jueves, 11 de enero de 2007

¿Realmente el PP quiere un pacto antiterrorista?

Con el fin del alto el fuego "permanente" de ETA se plantea la necesidad de construir una unidad firme de los partidos democráticos frente a los terroristas. Parece que desde el gobierno se pretende crear un pacto que englobe a todos los partidos democráticos, básicamente un Ajuria Enea - Madrid II. Esto es lo más justo y más apropiado, ahora que la determinación contra ETA (que ha perdido la credibilidad ante quien aún se la otorgaba) es total, que Lizarra y otros experimentos similares están enterrado y agusanados, y que todos los partidos democráticos están dispuestos a construir un frente común contra los terroristas.

¿Todos? No: un partido liberal de centro reformista resiste ahora y siempre a la unidad. El PP se aferra al Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo firmado por PP y PSOE en diciembre de 2000. Según Mariano Rajoy, este pacto antiterrorista posee unas cualidades casi sobrenaturales, capaces de destruir a ETA por arte de magia: "el instrumento más útil contra el terrorismo" (lo que es útil contra el terrorismo es la acción de la policia y los jueces, que por lo que alcanzo a entender nada tienen que ver con este Pacto, pero Don Mariano estará más enterado, digo yo...). El PP no acepta otra cosa que este añejo pacto, y dice que si algún otro partido quiere sumarse al frente anti-ETA simplemente tiene que adherirse al pacto. Que sea un pacto que habla en todo momento de PP y PSOE como si fueran los únicos representantes de los españoles, y que comienza con un chorreo considerable a PNV y EA, acusándolos prácticamente de aliados de ETA, no debería ser inconveniente, piensan. Habría que empezar cambiando eso para hacerlo aceptable para todos, pero el PP está enrocado: o esto, o nada. Este pacto, se lea del derecho o del revés, es un texto claramente excluyente, así que no sería buena idea mantenerlo si realmente queremos construir una UNIDAD contra ETA. ¿Aceptaría el PP un pacto nuevo? ¿Realmente este pacto es tan bueno? ¿Realmente lo han respetado alguna vez?

Mi conclusión, haciendo memoria y analizando los hechos, es que el PP no va a aceptar ningún pacto antiterrorista que se le ofrezca a partir de ahora (este o cualquier otro, excusas no les faltarán, como para no manifestarse el sábado), porque la gran aspiración del PP es tener la exclusiva de la lucha contra ETA, desde que Aznar empezó el asalto a la Moncloa a principios de los 90. Aznar empezó por romper el pacto de Madrid al usar el terrorismo contra González (recordemos cuando mataron a Tomás y Valiente, y Josemari culpó a González); desde ese momento, la lucha contra ETA, que siempre había sido consensuada, pasó a ser para el PP otra arma arrojadiza más, una de las más rentables, hasta el punto de que hoy les resulta imprescindible y prácticamente basan en ella su razón de ser. Desalojado González, volvieron a Madrid y Ajuria Enea, sin mucho entusiasmo, pero para mantener la fachada.

Pero luego no movieron un dedo cuando Ajuria Enea se rompió. Llegó el Pacto de Lizarra, y con él una mina inagotable de votos. No hicieron NADA, a pesar del fracaso de Lizarra, para recomponer la unidad de los demócratas contra el terrorismo. Al contrario, ante el éxito electoral que les daba esta situación, hicieron todo lo posible por "echar" a todo el mundo al lado de ETA.

Y para hacerlo, rompieron también el consenso tácito sobre el terrorismo que había desde la Transición: hace años, se decía que el terrorismo no tenía sentido y era absurdo en democracia porque en democracia cualquier proyecto político, independentismo incluido, podía defenderse legal y pacíficamente. El PP, al contrario, estableció que el simple hecho de coincidir en objetivos con ETA (la independencia) convertía en "cómplice". Partiendo de esto, al PNV lo crucificaron tanto como si fuera la propia ETA, y con ellos a todo lo que oliera a nacionalismo, aunque ni siquiera fuera vasco (ERC, e incluso insinuaciones sobre el BNG). Tomó cuerpo la rentable doctrina aznariana de "nacionalismo periférico=ETA", que han seguido practicando desde entonces con entusiasmo porque les da buenos dividendos fuera del País Vasco y Cataluña. El PP decidió convertirse en insignificante en esos territorios a cambio de la mayoría en el conjunto de España. Gran visión de Estado.

El Pacto Antiterrorista éste, que se ha convertido en letra sagrada, nació en el contexto de las elecciones vascas de Mayo de 2001: lo aceptaron en su momento porque entonces, a ver si dejamos las cosas claras de una vez, al haber elecciones en el País Vasco al PP le interesaba formar un frente anti-nacionalista con el PSOE (por pura necesidad numérica, y nada más). El PSOE cometió el ERROR (y así lo considero, y cada vez estoy más convencido) de sumarse a esa política de frentes proponiendo este pacto, que no es ni más ni menos que el "Anti-Lizarra". El interés electoral, ése y no otro fue el motivo por el que el PP lo aceptó, después de decir que era "una ocurrencia" o "un conejo de la chistera". Si el PP hubiera tenido posibilidades de ganar y gobernar en solitario en Euskadi, nunca lo hubieran aceptado. Pero necesitaban al PSE, mecachis.

Como la cosa del "frente constitucionalista" no funcionó (cosas de la democracia), el pacto quedó olvidado en un cajón. Pero como la estrategia demagógica de ser "los únicos que luchan contra ETA" funcionaba tan bien en el resto de España, el PP continuó por ese camino y le dió otra vuelta de tuerca: los pactos de los socialistas con nacionalistas (ya demonizados como cómplices del terrorismo) les sirvieron en bandeja la ocasión para emprenderla contra el PSOE y rematar la faena: "el PSOE pacta con ERC que se reunión con ETA, ergo el PSOE está con ETA". No se acordaron entonces del pacto (que prohíbe usar el terrorismo como arma política. Fue en esta época (2002-2003, más o menos) cuando la doctrina "nacionalistas=ETA" evolucionó a "todo lo que esté fuera del PP es ETA". Y así llevan desde entonces.

Y cuando ese pacto, que se pasaron por el arco del triunfo desde el primer día, fue útil para tirárselo a ZP (ese infame que cometió el terrible crimen de quitarles el poder), lo resucitaron y lo elevaron a los altares, con el objetivo único de atacar al PSOE. Recordemos que hasta no hace mucho, la clave del éxito de la lucha contra ETA, según el PP, era el genial y sublime gobierno de Aznar: nunca mencionaban al Pacto, en todo caso aprovechaban la ocasión para reprochar al PSOE que se aliara con pancarteros y amigos de terroristas, y para convertir en bandera electoral (su bandera electoral favorita) la idea de "que sólo el PP lucha contra ETA". Ahora resulta que la clave del debilitamiento de ETA durante esos años era ese pacto mágico, ese poderoso hechizo, ese texto sagrado del que nadie hacía caso (Aznar en el 11-M, para empezar). Ahora resultaque el pacto es la rehostia porque se le puede tirar a la cara a Zapatero. Si el pacto antiterrorista no sirve para atacar a ZP, entonces no interesa.

En resumen, como dije antes, el PP quiere la exclusiva de la lucha contra ETA y de ninguna manera va a sumarse a un pacto de las fuerzas democráticas, a menos que haya un interés electoral inmediato (como ocurrió con este pacto en su día). Lo importante es conseguir votos alzándose como los PPaladines heroicos de la lucha contra ETA, y esa gloria no la quieren compartir con NADIE: los demás son, en su propaganda, o blandos, o conniventes, o traidores. Y por descontado, no van a tolerar que sea otro (ZP mucho menos) el que ponga fin a la lacra terrorista (de ahí su postura de verdadero SABOTAJE ante la posibilidad de que esto sucediera). El PP hace lo posible por ESTAR SÓLO en el tema terrorista (destaca el ESPERPENTO de su pretexto para no acudir a una manifestación unitaria), y ahí se van a mantener, pues esta estrategia de "o nosotros o ETA" es el eje de toda su política electoralista (que es lo mismo que decir "de toda su política", a secas).

Que se haga un pacto abierto a todos los demócratas, y si el PP quiere estar fuera, en su orgullosa soledad, que se quede fuera.

 
Dejen a nuestros ancianos tranquilos
19A-lomojó