lunes, 9 de febrero de 2009

Problemas "de importación"

En Galicia, como en todas partes, tenemos problemas. Que si el paro, que si deficiencias en servicios, que si la falta de tejido industrial, que si carencia de infraestructuras, que si el envejecimiento de la población… como en todas partes cuecen habas.

Pero de un tiempo a esta parte presenciamos cómo a ciertos señores los problemas de Galicia no les parecen lo bastante interesantes, y para entretenerse han decidido importar problemas de fuera. Es el caso de la lengua. Ayer esos señores, que han creado la asociación “Galicia Bilingüe”, organizaron una manifestación en Santiago, en teoría por la “libertad de idioma”, aunque esos motivos parecen ocultar otras cosas, cosas que tal vez a sus promotores les da vergüenza mostrar abiertamente (y de las que hablaré después).

Resulta curioso encontrar, entre las adhesiones a la manifestación, las de organizaciones como la "Asociación para la Tolerancia" de Cataluña, el "Círculo Balear", la "Plataforma para la Libertad de Elección Lingüística" del País Vasco, "Convivencia Cívica Catalana" o la "Plataforma Valenciana por la Libertad Lingüística". Vamos, gente que conoce de cerca la situación lingüística de Galicia y que está muy concienciada por ver cómo los pobres galleguitos castellanohablantes somos oprimidos por los malignos nacionalistas. Más inexplicable resulta la presencia de la AVT, que llenó la manifestación con esas sombrillas suyas blancas con banderitas vascas y españolas: alomojó resulta que, como dijo en cierta ocasión Francisco José Alcaraz, quien no secunde la manifestación está fotografiándose al lado del entorno ETA-Batasuna... (no sería la primera vez)

Por cierto, antes de que ningún español de bien se me lance a la chepa diciendo que soy de la ETA, un ANUNCIO IMPORTANTE: CONDENO CON TOTAL ROTUNDIDAD CUALQUIER ACTO DE VIOLENCIA, Y PARTICULARMENTE LOS INCIDENTES PROVOCADOS POR UN GRUPO DE INDEPENDENTISTAS RETRASADOS MENTALES CONTRA LA MANIFA DE “GALICIA BILINGÜE”. Claro que tampoco pienso tolerar que se nos meta en el mismo saco a todos los que nos oponemos a esa manifestación: ayer había tres contra-manifestaciones: la de los subnormales lanzando botellas, la de los que simplemente sostenían carteles contrarios a la convocatoria y la de los que hicieron una parodia totalmente pacífica, "los españolísimos" (la mejor respuesta, muy bien por ellos). Naturalmente los imbéciles de la primera les han venido de perlas a los de la manifestación para apuntarse al victimismo, a través de sus portavoces y prensa afín.

Pero a lo que iba, las adhesiones a la manifa “bilingüe”. Los apoyos de partidos políticos son realmente interesantes: por un lado tenemos al Club de Fans de Rosa d'Ejjjpaña (la estrella y gran impulsora de todo este asunto - que también está muy enterada de la situación lingüística gallega), los "Ciutadans" (llevaban tiempo sin salir por la tele) y el Partido Popular... pero es curioso el caso del PP: es un "sí pero no", un “bueno…” muy gallego, un apoyo con la boca pequeña, como avergonzado. De hecho, el PP no ha apoyado la manifestación, en cuanto organización, con grandes aspavientos; por el contrario, simplemente ha permitido que algunos de sus miembros se sumen "a título individual": Ana Pastor, Corina Porro, Alfonso Rueda... Y es que el PP de Galicia sabe perfectamente lo que hay detrás de esto, y como partido que asume un cierto nivel de galleguismo (por eso no hay en Galicia un partido galleguista de derechas), es remiso a sumarse a tal disparate. Pero llegan órdenes de Madrid, y claro… También estaba Falange Española, pero no voy a comentar nada de eso porque sería demasiado fácil.

Aún así, en “Galicia Bilingüe” cada apoyo, aún con la boca pequeña y por sospechoso que suene, es tremendamente valioso, teniendo en cuenta lo infumable de sus diagnósticos y propuestas. Me pregunto cuántos de los 3.000 de ayer eran gallegos y cuántos eran “figurantes” traídos por las organizaciones foráneas antes dichas, que vinieron “a hablar de su libro” de paso que hacían una escapadita de fin de semana a conocer Santiago y probar el marisco. Su presidenta Gloria se vanagloria de que hay gallegohablantes que la apoyan (aunque tal cosa recuerda mucho al típico “amigo negro” o “amigo gay” del que echan mano algunos para excusarse de su racismo o su homofobia). Bien, de todo hay en la viña del Señor, dicen. Yo por ejemplo soy un gallego castellanohablante que apoya totalmente la enseñanza en gallego y rechaza las posiciones de “Galicia Bilingüe”. Y aquí lo voy a explicar.

La “persecución” del castellano

A los “turistas de manifestación” que ayer pasearon por Santiago les han contado que unos señores muy malos, los nacionalistas, están obligando a los niños a estudiar una lengua exótica y extraña, el gallego, para convertirlos en esclavos de Anxo Quintana y lavarles el cerebro (sí, es una exageración, pero lo que cuentan los de “Galicia Bilingüe” no anda muy lejos). Algunos conocen el problema de integración lingüística de Cataluña y simplemente lo han transplantado, creyendo que en Galicia es lo mismo.

Pero no lo es. Galicia no es Cataluña, básicamente porque aquí no tenemos una gran masa población de inmigrantes del resto de España para los que la lengua del país es extraña (en el sentido de ajena). Es más: los defensores de “Galicia Bilingüe” alardean con frecuencia de que también saben gallego.

El caso es que el bilingüismo es un hecho en Galicia. El nivel de conocimiento y uso del gallego es elevadísimo, y en todas las pandillas y familias se emplean gallego y castellano con naturalidad, sin que nadie se sienta discriminado. Yo soy castellanohablante (aprendí a hablar fuera de Galicia) y mi familia habla gallego. Y como todo el mundo en Galicia, siempre nos hemos entendido sin problemas. Todo Dios se maneja perfectamente en gallego y castellano, y aunque nunca han faltado los talibanes gilipollas, tampoco se les ha hecho nunca demasiado caso. En las escuelas se enseña gallego y en gallego (ya se hacía con Fraga), si bien ahora se aplica con rigor la Ley de Normalización Lingüística (aprobada por el PP en su momento); la TVG emite en gallego, la Consellería de Cultura promueve e impulsa el gallego como establece el artículo 5.3 del Estatuto de Autonomía (el Ministerio de Cultura se hace cargo del castellano) y el gallego es la lengua de trabajo de la administración autonómica.

Y lo sucede es que todo eso, que antes era así con la misma naturalidad con la que se emplea gallego y castellano, se ha convertido en un “problema” desde que la derecha dejó de gobernar Galicia y se creó este frente reaccionario neo-centralista en el que están UPyDance, la COPE y derivados y la corriente dominante del PP (ni siquiera todo el PP). Ahora resulta que cada anécdota pueril y cada rebuzno talibán es magnificado y exagerado, sacándole toda la punta posible para crear la sensación de que vivimos en un gulag nacionalista (nacionalista gallego, conviene precisar) y que los castellanohablantes estamos perseguidos y oprimidos.

Personalmente, como gallego castellanohablante, alguna vez me he sentido un poco “oprimido” por la parte de la ingle, pero luego me di cuenta de que era por los slips, que me apretaban. Llevo toda la vida en Galicia, siempre he hablado normalmente en castellano (cambiando al gallego cuando era necesario) y jamás en mi puta vida me he sentido discriminado ni perseguido ni criminalizado ni ninguna pollada de esas: cuando algún radikal tontolosgüebos (siempre hay alguno, como los tontoslapolla violentos de ayer) me viene con tonterías lo mando a freír espárragos y a raña-lo carallo, en dos idiomas, sin que se me forme un trauma.

Los “cruzados” de la “lengua común” se llenan la boca denunciando las “atrocidades” de la imposición lingüística de los nacionalistas, imposición que en Galicia es simplemente irreal. Por eso se ven obligados a elevar las anécdotas más triviales a la categoría de perversa campaña de limpieza étnica. Siempre ha habido talibanes del gallego, yo he sufrido a unos cuantos: en tiempos de Fraga (aquellos tiempos idílicos sin “imposiciones” ni “persecución”) tuve profesores de gallego que me llamaban “señorito” burlonamente por hablar castellano; yo simplemente me cagaba en sus muertos por detrás, les hacía caricaturas y… aprobaba sus exámenes, para darles en los morros (y pasar de curso, claro). Pero desde luego no había ese victimismo tremendista actual, impulsado por “Galicia Bilingüe”, El Mundo y otros “cruzados”, dispuestos a montar una tempestad en cada vaso de agua y a ver una banda de batasunis separatistas en cada grupo bravú.

¿Bilingüismo o Apartheid lingüístico?

"Galicia Bilingüe" es una organización curiosa, pues contradice su propio nombre. Lo que "Galicia Bilingüe" pretende no es una comunidad bilingüe, sino dos comunidades monolingües separadas, una segregación de los niños gallegos por idioma, un "apartheid" lingüístico en Galicia (tomando la palabra "apartheid" en su significado literal en afrikaans, "segregación"). Las aulas separadas o colegios separados para "niños en gallego" y "niños en castellano" que piden es un modelo diametralmente opuesto al bilingüismo (al pepero Alfonso Rueda se lo plantearon: “¿implica segregar a los niños?”, y él se fue por la tangente). Escuchemos a su presidenta en su discurso de ayer:

“No aceptamos porcentajes de empleo del gallego en la enseñanza […] nuestra lucha no acabará hasta que nuestros derechos sean respetados”.

En este discurso hay muy poco de “defensa de la libertad” (apenas una capita de pintura) y sí mucho de auténtica fobia por la lengua gallega. A Gloria Lago no le preocupa que sus hijos puedan no aprender castellano: lo que le molesta es que aprendan gallego, de ahí que pida un “todo o nada”, una segregación lingüística total. Los promotores de “Galicia Bilingüe” pretenden mantener a sus hijos “a salvo” de la “contaminación” de la lengua gallega, y esa defensa del “bilingüismo” que invocan retóricamente no es más que maquillaje. De hecho, la propia Gloria Lago considera innecesario que los niños sean competentes en ambos idiomas: “¿Por qué tenemos que conocer una de las dos lenguas a un nivel determinado?¿Cómo coño casa eso con llenarse la boca de “bilingüismo”? Deberían rebautizar su asociación con un nuevo palabro: “Galicia Bi-mono-lingüe”.

Esta entrevista del enlace anterior es reveladora: esta profesora de inglés afirma con desparpajo que es “imposible” ser competente en dos lenguas. La desmienten los millones de personas que hay en el mundo que son perfectamente competentes en dos, en tres o incluso más idiomas (diciendo una maldad, supongo que ninguna de esas personas ha sido alumna suya). En la entrevista, esta “enseñante” explica su experiencia personal, dando a entender que su hijo no tiene ni puta idea de gallego… y ella, en lugar de enseñarle o preocuparse de que lo aprenda, ha decidido que quiere excluir el gallego de las enseñanzas que recibe su hijo. El gallego, para las vacas y las letras de las pandeiradas.

Los motivos que mueven a “Galicia Bilingüe” tiene muy poco que ver con la pedagogía y sí mucho con ciertos prejuicios lingüísticos (y sobre todo clasistas) que creíamos superados. Durante muchas décadas el castellano ha sido asociado al progreso en la escala social, mientras que el gallego era la lengua de los campesinos y de los sirvientes, y siendo muuuy generosos, una lengua para el folklore. “Galicia Bilingüe” recoge esos prejuicios, que consideran al gallego como una lengua inferior propia de paletos, y que la “gente bien de la capital” tiene que hablar castellano. No es extraño que la normalización y el impulso del gallego resulten tan “ofensivos” a esa mentalidad: el hecho de que el gallego se haya convertido en una lengua oficial y culta es percibido como que “los pueblerinos y las criadas se les están subiendo a las barbas” y pretenden obligarles a “rebajarse”. Lo de “a mí hábleme en cristiano”, que humilló durante tantos años a la inmensa mayoría de los gallegos, se ha terminado, y algunos no lo acaban de aceptar.

Qué tontos son los niños (y los gallegos más)

Los argumentos en los que se apoyan los preocupados padres de "Galicia Bilingüe" para oponerse a que sus hijos estudien en gallego son realmente endebles, y tratan de ocultar de mala manera que lo que les mueve realmente son un montón de prejuicios lingüísticos sin fundamento, de los que acabo de hablar (por cierto, percibo un “parecido razonable” entre los “bi-mono-lingües” y los objetores de Educación para la Ciudadanía – deberíamos empezar a plantearnos hasta qué punto ese derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos es compatible con el derecho a la educación de éstos).

Uno de los argumentos más habituales y que más cala entre los oyentes desprevenidos es el del tipo "si los niños estudian en gallego después no van a saber bien el castellano". Es una frase que ya he oído varias veces, y su fuerza como argumento es tan floja que se desmonta con tres sencillas preguntas al que lo sostenga:

pregunta 1: ¿Y tú en qué idioma estudiaste?
respuesta habitual a la pregunta 1: Pues en castellano
pregunta 2: ¿Y tú sabes gallego?
respuesta habitual a la pregunta 2: Pues claro
pregunta 3: Entonces ¿cuál es el problema?

No sé si es que los de "Galicia Bilingüe" consideran que sus niños son más tontos que los de los demás o que ellos mismos, pero es que la experiencia de generaciones demuestra lo contrario de lo que afirman. La generación de mis padres estudió en castellano exclusivamente, sin una triste asignatura de gallego: conocen el gallego perfectamente (vamos, es que son gallegohablantes en un 90 y muchos %).

Aunque no creo que se trate de eso, sino de un prejuicio mucho más vergonzoso e infame: asociar “gallego” con “tonto”. A estos “señoritos finos de la capital” les parece que los gallegohablantes de los pueblos son poco inteligentes (un viejo y estúpido prejuicio clasista) y deben pensar, tal vez inconscientemente, que el desarrollo intelectual de los niños se verá mermado si hablan gallego en el colegio. Ellos estudiaron en castellano, y aunque consiguieron aprender gallego en casa y en la calle, en su mente el castellano quedó asociado a “cultura” e “instrucción”. Asumido ese prejuicio, piensan que si sus hijos estudian en gallego en el colegio, esa lengua “pueblerina” disminuirá sus capacidades mentales hasta el punto de hacerlos incapaces de aprender castellano. Habría que preguntarse quiénes son realmente los “poco inteligentes”.

Otro “argumento” (este merece unas comillas) derivado del anterior y que he visto alguna vez empezaba diciendo “es que si estudian en gallego, cuando vayan a buscar trabajo fuera de Galicia…” (el resto se puede deducir). Básicamente es lo mismo de antes, sólo que además revela cierto prejuicio casi “étnico”: los gallegos estamos destinados “genéticamente” a la emigración y no tenemos más futuro que irnos fuera. En otros lugares se puede disimular hablando de “movilidad laboral”, pero en Galicia la emigración ha llegado a dejarla despoblada de gente en edad activa, un drama económico y social que ha marcado al país por generaciones, así que poco chiste con eso. Cualquier dirigente político cuyo proyecto de futuro para Galicia pase por seguir emigrando debería buscarse otro trabajo.

Mención aparte merecen las advertencias, repetidas por Gloria Lago, de que los niños van a sufrir “traumas psicológicos” por estudiar en gallego. Más o menos los traumas que tienen todos los gallegos que estudiaron en castellano hace décadas, que por las noches se despiertan entre pesadillas por culpa de aquello. Yo mismo debería estar fatal: empecé el parvulario en Barcelona, donde las clases eran en catalán, y me adapté sin dificultades y sin que mis padres protestaran; luego volví a Galicia y tras hablar castellano en Barcelona (y catalán en clase) me encontré con el gallego de mi familia y de algunas clases del colegio. Y después vino el inglés… Dios mío, no sé cómo no estoy ingresado en un manicomio. Vamos, que encima, madre hiperprotectora.

¡La "Lengua Común" en peligro!

Hoy día, aunque el gallego sea lengua vehicular de la enseñanza, los estudiantes tienen asignaturas de Lengua y de Literatura Castellanas, que son obligatorias como la que más. Lo inverso, con el gallego, no existía antiguamente, así que esa típica comparación de “es que ahora quieren imponer el gallego como antes se imponía el castellano” no cuela (no se molesten).

Y si me dicen que esos chavales no van a aprender el castellano, cuando en su casa, en la tele, en la radio, en la prensa, en los libros, en internet y en todos los medios a su alcancen la presencia del castellano APLASTA a la del gallego... permítanme que me descojone un poco. Desde luego no van a conocer el castellano peor que los estudiantes de otras zonas de España (de zonas monolingües, por cierto).

Esta cruzada uniformista que recorre España (impulsada por medios como El Mundo, la COPE y sus brazos políticos UPyDance y la corriente dominante del PP, que no todo el PP) ha hecho bandera de la “persecución del castellano” en las comunidades bilingües y el peligro que corre la que llaman “lengua común”. Pero ¿está amenazado el castellano en Galicia?

- Tenemos UN SOLO canal de televisión en gallego (la TVG) y unas pocas horas en otro (la programación del centro territorial de TVE), frente a 6 canales en castellano: los dos de TVE, Antena 3, Cuatro, Telecinco y La Sexta (y hablamos de TV convencional, porque si nos vamos a TDT o satélite la desproporción es mayor - incluso en las teles locales, al menos en Ourense, impera el castellano). Me hacen reír los que se quejan de la falta de presencia del castellano en la TVG: conviene recordarles que según la Ley de Creación de la CRTVG (que no es del bipartito) su función primordial es “la promoción, difusión e impulso de la lengua gallega”. Además, parece que seis canales frente a uno les parece poco.

- La misma situación encontramos en la radio: SÓLO UNA emisora 100% en gallego (Radio Galega) que alcance toda Galicia, frente a todas las demás, que apenas hablan gallego en algunas desconexiones locales (y en pocas).

- En la prensa diaria la situación es más curiosa, si tenemos en cuenta que la mayor parte de los diarios vendidos en Galicia son locales o de ámbito autonómico: La Voz de Galicia, el Faro de Vigo, El Correo Gallego, La Región de Ourense, El Progreso de Lugo, El Ideal Gallego, el Diario de Pontevedra, el Atlántico Diario, el Diario de Arousa... TODOS en castellano, con apenas unos pocos artículos sueltos en gallego (y sus ridículas ediciones especiales "galleguizadas" cada Día das Letras Galegas, para que no se diga: "una vez al año no hace daño"). Sólo unas pocas excepciones: Galicia Hoxe, O Xornal y el gratuito De Luns a Venres publican sus contenidos en gallego (A Nosa Terra, periódico histórico del galleguismo, es semanal). Y de los diarios de tirada nacional mejor no hablar.

- Si nos metemos en revistas y semanarios, las que vienen en gallego son la rara excepción, claramente minoritarias y especializadas, con un público bastante escaso y una existencia precaria. La inmensa mayoría, y desde luego las que leen los niños y adolescentes (revistas de videojuegos, de televisión, de moda para quinceañeras…) están todas en castellano.

- Y si uno entra en una librería (o la sección de libros de los grandes almacenes) la hegemonía del castellano es evidente. Hay lugares donde tienen a la venta más libros en inglés que en gallego. Para encontrar una oferta amplia de libros en gallego hay que acudir a librerías especializadas. Tiene cojones que digan que el castellano está en peligro cuando el gallego necesita refugiarse en librerías especializadas.

- Por no hablar del gran medio del siglo XXI, éste en el que nos encontramos. El ciberespacio en gallego es raquítico, la cantidad de webs, blogs y similares en gallego es ínfima, y si de éstos descontamos los de carácter institucional (Xunta, universidades, municipios...) las webs en gallego se cuentan con los dedos de una mano. Frente a esto, millones de webs en castellano. Y si comparamos tráficos...

¿El castellano amenazado por el gallego? Non me fagas rir que teño o labio cortado, como decía un profesor mío. Los que ven al gallego como una amenaza deberían mirar más hacia el inglés, o preoqpars + d otras amnazas q acexan al kasteyano y q son + claras...

Pretender el mismo trato para dos lenguas en una situación tan diferente es injusto, y reclamarlo por parte de cierto sector castellanohablante es un ventajismo que a otros castellanohablantes, como es mi caso, nos da vergüenza ajena. La lengua gallega es una lengua minoritaria con menos de 3 millones de hablantes y unas presiones brutales, que necesita una protección especial, no para “imponerse”, sino simplemente para mantenerse.

Arrinconado en los medios, al gallego sólo le queda la enseñanza y el ámbito oficial para sobrevivir. El castellano tiene su existencia (y su aprendizaje) garantizada en esta sociedad, por eso es necesario que el gallego sea la lengua de la enseñanza para asegurarnos de que las futuras generaciones de gallegos sean (sigan siendo) bilingües. Así lo establecen la Constitución (artículo 3.3), el Estatuto de Galicia (artículo 5.3) y las leyes sobre normalización lingüística (elaborada y aprobada por el PP de Fraga, por cierto). Porque Galicia ya ES y SERÁ una sociedad bilingüe, aunque no en el sentido que a “Galicia Bilingüe” le gustaría.

Conclusiones

- El castellano goza en Galicia de una excelente salud, al contrario que el gallego, que como lengua minoritaria necesita protección oficial; protección que le da la Xunta actual, como hicieron las anteriores y harán las futuras, independientemente de los partidos.

- Es falso que el castellano sea perseguido ni criminalizado, a pesar de la desinformación que se difunde al respecto desde ciertos medios, partidos y asociaciones (bueno, más bien “asociación”, en singular).

- Son absurdas las afirmaciones según las cuales la enseñanza en gallego resulta perjudicial para el aprendizaje, en el sentido de que los niños “no aprenderán bien castellano” o que “pueden sufrir traumas”.

- Los mensajes de “libertad de elección” y “persecución lingüística” lanzados por “Galicia Bilingüe” son una burda tapadera para encubrir prejuicios y fobias lingüísticas sin fundamento racional, basados en prejuicios clasistas no superados.

- Es inaceptable que por el capricho de unos padres acomplejados y llenos de prejuicios se pretenda segregar a los niños por lengua, como antes se segregaban por sexo.

- “Galicia Bilingüe” y sus mariachis pretenden todo lo contrario del bilingüismo: segregar Galicia, desde las escuelas, en dos sociedades monolingües separadas, creando un “apartheid lingüístico”.

Ha quedado claro que no soy partidario de “Galicia Bilingüe”. Pero es que mis objeciones a este movimiento van más allá del desacuerdo. Me parece ridículo, a la par de lamentable, que algunos traten de importar “conflictos de lengua” de otras comunidades, que no tienen sentido aquí. Pero sus motivos para hacerlo me parecen peor.

Detrás de todo esto hay unos intereses políticos que poco tiene que ver con Galicia. Estamos en plena ofensiva nacionalista española reaccionaria, que con el pretexto de “defendernos” de un talibanismo nacionalista, pretenden colarnos otro talibanismo nacionalista. Una cosa es quejarse de las decisiones del BNG, y otra pretender eliminar, como pretende UPyDance, el artículo 3.3 de la Constitución (la protección especial de las lenguas cooficiales como riqueza cultural), quitar las competencias de educación a la Xunta y dejar a la lengua gallega a la intemperie, camino de la desaparición, para convertirse en una lengua “folklórica”.

La manifestación de ayer en Santiago no iba dirigida a Galicia: iba dirigida a impulsar un proyecto político determinado en toda España. Es imperdonable que por las ambiciones políticas de ciertos medios y profesionales de la política de Madrid, y los caprichos de ciertos colectivos de gente con prejuicios absurdos se intente envenenar la convivencia en mi país con una disputa artificial.

Galicia no es ningún polígono de tiro para que El Mundo y Rosa d’Ejjjpaña hagan maniobras. Y el 1 de Marzo habrá que dejárselo claro.

Nota al pie

Mientras en Santiago algunos de sus compañeros se manifestaban porque se sentían “oprimidos”, Mariano Rajoy estaba en Suiza haciendo campaña entre los emigrantes. Hubiera sido una buena ocasión para que se enterara de la situación lingüística suiza, y de cuántos padres de Zürich protestan porque en Ginebra obligan a sus hijos a dar las clases en francés, y no en alemán. Pobres suizos, que no tienen “lengua común”.

Y otra cosa: aquí arriba, a la izquierda, está el banner del Manifiesto a favor de la convivencia lingüística y de la igualdad de derechos para el gallego, un contra-manifiesto frente aquél de la “lengua común”, impulsado por la Mesa pola Normalización Lingüística. Animo a todos los que estén de acuerdo conmigo a que se sumen.

28 comentarios:

PePe dijo...

Plas plas plas plas plas.

Al paso que vas, me vas a quitar el trabajo :P

Anónimo dijo...

Muy buen artículo, Darth. Conciso, claro y dando con lo que más duele: la verdad desnuda.

Anónimo dijo...

Excelente análisis de lo que representa la normalización lingüística en un territorio con dos idiomas distintos, en el que uno de ellos es el propio y, paradójicamente, el más débil. La única objeción, Darth, es que creo que te equivocas cuando hablas “del problema de integración lingüística de Cataluña” por su mayor masa de inmigración. Aquí también son contados los casos problemáticos de un lado y de otro, por lo que si no fueran utilizados electoralmente por los mismos que ahora lo hacen en Galicia, todos tus argumentos se podrían trasladar letra por letra para describir lo que sucede en Cataluña.

Por cierto, ¿Aún hablas catalán?

Darth dijo...

Por desgracia no, me vine de Barcelona con apenas 6 años y en Galicia no tenía con quién hablarlo. A esa edad tampoco es que pudiera colocarme de académico de la lengua catalana, pero recuerdo que hablaba con fluidez con mis profesoras y compañeros. Recuerdo algunas palabras sueltas, como poma, pa, gos, cat, los días de la semana, los saludos, un refrán que decía "a la tardor, ni fred ni calor" :-) ...

Pero actualmente puedo entender bastante bien al menos el catalán escrito, no sé si es porque tenga reminiscencias de entonces, o porque el bilingüismo (gallego-castellano en mi caso) facilita la comprensión y aprendizaje de otros idiomas (un hecho constatado que los defensores de la "lengua común" olvidan), o porque el catalán no es tan extraño e ininteligible como lo pintan en Telemadrid (me hacen reír cuando dicen que no se entiende qué es un "forn de pa"; hay que ser bien burro para no entenderlo).

De todas maneras, lo que señalas sobre la integración lingüística en Cataluña es cierto, y el tema que señalo de la población inmigrada está un poco desfasado: tal vez pudiera haber problemas cuando un señor llegaba de fuera, pero sus hijos y él mismo han acabado aprendiendo catalán, no por ninguna imposición, sino por simplemente hablar con sus vecinos. Es la prepotencia de tres ó cuatro, que llegan pensando que están en "territorio conquistado y sometido", lo que genera ese "conflicto". En todo caso lo de las poblaciones inmigradas me sirve para explicar las proporciones numéricas de conocimiento de la lengua (es decir, que en Galicia domina el gallego el 90 y muchos % de la población y en torno al 70-80% lo tiene como 1ª lengua, mientras que en Cataluña las proporciones de dominio del catalán y del catalán como 1ª lengua son menores - aunque repito, es un dato antiguo). Este dato sirve para rebatir la afirmación de que se "impone una lengua ajena y extraña": nadie nos "impone" aprender gallego porque YA sabemos gallego.

Aún tengo muchos familiares y amigos "del pueblo" que siguen en Barcelona y que han aprendido y se han acostumbrado al catalán sin traumas. Tengo parientes trilingües en gallego, castellano y catalán. Y ninguno se ha quejado nunca de que le "impusieran" el catalán (ni siquiera un tío facha que tengo allá, que es de los trilingües). Los problemas lingüísticos de Galicia y Cataluña son cosa de cuatro gatos que siguen anclados en el prejuicio de que el castellano es la lengua del imperio, superior a las otras. Lo que menos entiendo de esas actitudes es esa especie de "orgullo de la ignorancia" que muestran algunos: aquella mujer que le decía a Carod en TVE "yo no sé catalán, ni ganas", o la propia Gloria Lago, que parece empeñada y orgullosa por mantener a sus hijos ignorantes del gallego. Eso ya no es que sea solamente indignante: es que es muy triste.

Anónimo dijo...

Das en el clavo cuando dices que los únicos problemas que puede haber en Cataluña son los que ocurren con las personas que creen llegar a un “territorio conquistado y sometido”. Aunque sus prejuicios puedan andar desbocados por su ignorancia, ellos no tendrán –por mucho que lo nieguen- ningún problema para desenvolverse en cualquier ámbito de la vida social y profesional, a la par que sus hijos -si son pequeños- aprenderán catalán con toda naturalidad (como un juego). Por otro lado, en el ámbito de la universidad es escandalosa la utilización predominante de la lengua castellana. Es verdad, no obstante, que en el único ámbito que puede existir algún problema es en los estudios secundarios,-una edad intermedia problemática-, aunque para eso el chaval tiene cursos de refuerzo, exámenes traducidos, y toda una vida social fuera y dentro de las aulas vividas en castellano. Tú ya lo dices, con un poco de voluntad el catalán no es ningún idioma extraterrestre para que un castellanohablante que se precie no pueda entenderlo. Efectivamente dos líneas de inmersión provocarían guetos –no solo lingüísticos, sino sociales- por lo que provocaría a la larga una desintegración entre dos comunidades existentes. En Cataluña es ejemplar -con la gran cantidad de población inmigrada- la convivencia lingüística y social que desde la transición ha existido.

Hace poco vinieron unos amigos de Madrid de visita a Barcelona. Recuerdo que estábamos paseando por las Ramblas y, extrañamente (allí es increíble la cantidad de idiomas que se pueden escuchar), nos cruzamos con varias personas seguidas que hablaban catalán. Una de mis amigas (del PP de Esperanza Aguirre) se giró hacia mí y dijo extrañada: “aquí todo el mundo habla en catalán”. Mi respuesta fue inmediata: “sí, bueno, más o menos desde hace unos mil años”. Durante los siguientes días fue gratificante el acercamiento que tuvimos los dos y los nudos que desenredamos.

La desinformación sesgada y malintencionada es la que provoca ignorancia y malos entendidos por un lado, e independistas territoriales –cada vez menos- o independistas culturales –como yo- por otro.

Anónimo dijo...

Hay, si me permiten destacarlo, otra diferencia importante entre Cataluña y Galicia. En Cataluña el catalán es lengua de prestigio social, vinculada a los negocios, al comercio y a la burguesía. Aunque la superioridad material del castellano es apabullante, eso confiere al catalán un estatus razonablemente estable.

Eso provoca algunas diferencias, principalmente que los castellanohablantes pertenecen mayormente a clases humildes, lo que hace que asocien su poca integración lingüística con su pobre situación social y laboral, lo cual no es cierto, de hecho (yo soy castellanohablante de clase media y no tengo ningún problema de ese tipo - la cuestión es que vivimos en una sociedad clasista, al margen de las lenguas). Pero son un caldo de cultivo claro para Ciutadans o UPyD. Aún así, los que dan rienda suelta a ese resentimiento y se enrocan en sus posiciones ultramontanas, gracias a Dios, son sólo un 3% de los votantes.

Fet dijo...

La cuestión es tirarse los trastos a la cabeza. El motivo es lo de menos.
Estamos rodeados.

Anónimo dijo...

Te iba a comentar lo mismo que Arnau respecto a la situación en Catalunya. De hecho, hay una clara hegemonía del castellano en cualquier ámbito público o en las calles catalanas. Por tanto, es directamente una tomadura de pelo que el castellano esté en situación de "inferioridad".

Por lo que se refiere a los de Galicia Bilingüe (qué ironía!), como bien dices, todo esto forma parte de un caldo de cultivo de la extrema derecha española que está cansada de influir en el PP, y ahora quiere dirigir su propio proyecto.

Detrás de las UPDs y Ciudadanos varios se esconde también una operación para cambiar el mapa político del Estado, que hasta ahora, al margen de PP y PSOE, está compuesto por partidos de izquierdas y/o nacionalistas, lo que sitúa a un PP en la oposición en la soledad parlamentaria, y sirve en bandeja al PSOE la posibilidad de múltiples alianzas.

En las europeas, se quiere empezar a cambiar la tendencia, y colocar a un partido ultra(vestido de rosa, eso sí) como tercera fuerza, para futuras mayorías derechistas en el Estado.

Ante esto, desde el PSOE se puede tener la tendencia a contemplar con satisfacción la momentánea debilidad del PP fruto de ese partiducho UPyD, pero en un futuro puede ser muy peligroso que exista una fuerza anti-nacionalista (que ante la crisis económica propone ir contra el catalán/galego/euskera) que llegue a condicionar la vida política española. Algo parecido a lo de Francia con el Frente Nacional de Le Pen. En fin, esperemos que no se consolide esta UPyD, aunque contemplo atónito la valoración que saca la ex-consejera del Gobierno Vasco de PNV y EA (qué hipócritas pueden llegar a ser)en las encuestas electorales de medios de distinto signo.

Celebro tu vuelta a la producción de posts, desde que hace unos meses hallé tu blog, y espero que sean igual de largos e interesantes que este.

Salutacions des de Barcelona!

Small Blue Thing dijo...

Una pregunta así como conveniente:

¿Pero Galiza no era bilingüe a poco que ibas y la escuchabas?

Nos ponemos en plan Arnau, claro... no, paso. Porque aquí sí que aplica el Qui [políticamente] prodest?. Y casi que no.

Verme Guilherme dijo...

Genial artigo!! Parabéns.

Anónimo dijo...

Yo estoy a favor de lo que tú llamas apartheid lingüística, y que yo llamo libertad y respeto a la diversidad y a las minorías. Aquí hay gente que quiere que sus hijos estudien gallego en la escuela y gente que no. Pues que cada uno elija. Imponer el gallego o el castellano a todos por igual tiene el mismo sentido que tendría imponer que todos fuésemos a comprar a la misma tienda, a ver las mismas películas, a tomar algo a los mismos bares, etc. Tú llamas apartheid a la idea de que las personas tengamos libertad para ir a sitios distintos.

Blanca dijo...

Enhorabuena por el artículo. Expresas perfectamente lo que yo opino. Yo soy gallega, aunque fui educada en una familia monolingüe (un abuelo asturiano y el otro militar, que educó a mi padre en castellano, pese a ser de la gran urbe castellanohablante de Cabo de Cruz), a los 13 años me marché con mi familia a Cataluña y más tarde a Ibiza y no regresé a Galicia hasta los 18 (a estudiar, porque en el 96 en Ibiza no había universidad). Aprendí a hablar catalán en menos de un curso y ahora, cosas de la vida, soy traductora y me gano el pan traduciendo, entre otras lenguas, del catalán. Para mí, mudarme a Cataluña fue una oportunidad para ampliar mis horizontes y crecer como persona y nunca vi la obligación de aprender catalán (que, por cierto, me daban 2 años de exención) como una amenaza ni como una imposición irracional, sino como algo lógico y una oportunidad. Y fíjate lo bien que me ha venido.

Si una niña de 13 años es capaz de verlo así, hay que ser muy anormal para no ser capaz de comprenderlo.

Darth dijo...

Ni fachitas ni fachiñas

Nones. El sistema educativo no es un bar donde pides Cocacola o Pepsi, sino que está para construir una sociedad. Los niños no van a clase solamente para aprenderse la tabla de multiplicar, sino también para aprender a convivir. Con un sistema segregado de "clases para los de castellano" y "clases para los de gallego" se mete a los niños en entornos monolingües no interrelacionados, con lo que se convierten en dos comunidades separadas, que se miran entre sí en el patio por encima del hombro. Es la vía más rápida para romper la sociedad gallega.

Gloria Lago lo dejó claro en su discurso: no quiere porcentajes, quiere un sistema segregado. ¿Bilingüismo? bilingüismo es lo que hay ahora, lo que ha habido siempre: una sociedad que emplea dos lenguas con naturalidad y sin complejos. Lo que busca "Galicia Bilingüe" es una sociedad partida en dos comunidades monolongües que se dan la espalda.

Decís que esto es un asunto de "libertad", pero no lo es: es un asunto de capricho. Y recalco, la enseñanza, la educación y la socialización de los niños no es como ir a un bar, ver una película o comprar en una tienda. Pretender eso es frivolizar con la educación. En el colegio tenemos que aprender muchas cosas que no son de nuestro agrado, pero que hay que aprender: al colegio vas a formarte como persona, no a disfrutar de un "producto" que te guste (o que le guste a tus padres).

"Galicia Bilingüe" ha decidido que no les da la gana de seguir el código de circulación, que quieren conducir por el otro lado y no hacer los stops, y se manifiestan para exigir una red de carreteras separada para ellos. Hay libertades y derechos que están justificados, pero hay otros que pretenden pasar por tales, cuando no son más caprichos y pataletas: esa "libertad de elección de idioma en la enseñanza" es uno de éstos.

Anónimo dijo...

Sí, para los fachiñas y los fachitas la libertad (de los demás) es sólo un capricho.

Yo, que no tengo nada que ver con Galicia Bilingüe ni nada que se le parezca, no "exijo" una red de colegios separados para mi hijo. Pido que las leyes permitan la enseñanza en el idioma que elija cada colegio. Estoy convencido de que los colegios que enseñasen en finlandés se quedarían sin alumnos y tendrían que cerrar, y los que enseñasen en castellano no.

Anónimo dijo...

Ni fachitas ni fachiñas

Si no te es molestia me gustaría que leyeras otra vez, detenida y tranquilamente, el último comentario de Darth. Si después de hacerlo no encuentras la lógica de sus razonamientos creo que tienes un problema: tus prejuicios te hacen confundir la libertad con el libertinaje.

natxox dijo...

Yo quiero que a mis hijos no les enseñen el sistema métrico decimal, así que en nombre de mi libertad exijo un colegio en cada barrio donde enseñen a medir en codos filisteos.

Darth dijo...

Ni fachitas ni fachiñas

Si piensas que el sistema educativo es como la cartelera de cine o como escoger yogures en el supermercado (tú mismo lo has dicho en tu primer comentario), pues desde ese punto de vista tienes razón. Otros nos tomamos ese asunto más en serio y no estamos de acuerdo.

De todas maneras, te felicito, porque tus plegarias (que no tienen nada que ver con las de "Galicia Bilingüe") han sido escuchadas: las leyes ya permiten montar centros educativos en castellano, como tú pides, y se está haciendo. Pero, ay, tienen que ser centros privados y sin recibir conciertos ni subvenciones, porque no pueden pretender cobrar de la Xunta y al mismo tiempo saltarse las normas de la Xunta, porque eso no sería honesto (aparte de no ser legal). Si somos "liberales" y reclamamos nuestra "libertad" para conducir por la izquierda, hay que serlo con todas las consecuencias.

Además, mira, estoy ya un poco cansado de eso de que "negamos la libertad". Se puede debatir desde planteamientos razonables: por ejemplo, decir que "si estudian en gallego podrían no saber después castellano", aún siendo una objeción errónea, es razonable y debatible, y se pueden buscar soluciones sin pasar por el "apartheid" (perdón "segregación", si lo prefieres) en dos sistemas paralelos y separados, como quiere "Galicia Bilingüe" (con la que no tienes nada que ver): clases de refuerzo, porcentajes de materias en castellano, clases de lectura, más horas para la asignatura de lengua castellana... soluciones compatibles con el sistema educativo, sin pasar por esa exigencia de segregación, totalmente antipedagógica, de Gloria Lago y sus muchachos.

Pero eso de venir en plan "fascistas, cabrones, nazis, estáis pisoteando mi libertad" es un maximalismo que significa muchas ganas de armar follón y ningunas ganas de buscar una solución a los problemas. Las posturas extremistas del "todo o nada" son la mejor manera de no conseguir nada... y de alimentar un victimismo, muy útil para otros objetivos muy distintos de la enseñanza y de la lengua. Y esos objetivos, claramente políticos (eso es lo que trato de explicar en el artículo), son los que están detrás de este movimiento autodenominado, paradójicamente, "bilingüe".

Anónimo dijo...

Sí, yo creo que el tipo de enseñanza deberíamos escogerlo como escogemos las películas, los yogures, los amigos, las parejas, la profesión, las ideas políticas y las creencias o descreencias religiosas. Todos ellos me parecen asuntos serios en los que el estado no debería imponernos una opción.

En cuanto a la financiación yo estoy a favor de que toda la enseñanza sea privada y sin subvenciones estatales. De todas formas, no veo el problema en cambiar el sistema actual por uno en el que cada colegio elija la lengua o lenguas de la enseñanza, igual que hay "apartheid" o "segregación" por motivos religiosos y políticos entre diferentes colegios concertados.

En cuanto a los "planteamientos razonables" me da igual que haya gente que no estudie castellano o que no estudie gallego en el colegio. Me da igual el porcentaje de la enseñanza que se dé en cada idioma. Me da igual que Galicia sea monolingüe, bilingüe o polilingüe. Lo único que quiero es que la Xunta no imponga un sistema uniforme para todos.

Quiero lo que vosotros (los del psoe, pp, bloque y falange) llamaréis segregación, libertinaje, caprichería, ganas de armar follón, antipatriotismo, capitalismo salvaje e individualismo atroz. O sea, libertad pura y simple.

Anónimo dijo...

A ni fachitas ni fachiñas

Lástima que no hubieras vivido en el salvaje oeste americano. Hubieras vivido de puta madre matando a todos los indios.

Anónimo dijo...

He estado mirando algo la legislación y lo que veo es que la Xunta impone la enseñanza del gallego y del castellano en todos los colegios, incluidos los privados no concertados. Pero no soy un experto. Te agradecería que me indicases en qué documento concreto se exime a los colegios privados de las imposiciones lingüísticas.

Anónimo dijo...

Sólo un pequeño detalle, "ni fachillas", la educación no es un derecho de los padres, sino un derecho del niño, incluso en contra de la opinión de sus padres. Los padres tienen derecho exclusivamente en cuestiones religiosas (y es una concesión que se hace básicamente por tener una tradición religiosa mayoritaria, que si no, ni eso como en Francia, que la educación es laica). En todo lo demás, el programa educativo y la forma en la que se dan las clases y se organiza la educación se decide entre todos democráticamente, votando a los gobernantes que mejor representen nuestro punto de vista al respecto.

Si un padre decide que su hijo no necesita las matemáticas, o, yendo a cuestiones de conciencia, su hijo no debe estudiar biología porque Dios creó el mundo tal cual es ahora en 6 días, NO TIENE DERECHO a exigir eso, no por falta de libertad, sino porque el derecho a recibir una educación es del niño, independientemente de las opiniones del padre.

Como ciudadano puedes votar la mejor opción que represente tus intereses tanto en educación como en otros aspectos. También puedes fundar un partido político e intentar influir con tus ideas, apoyado por la gente, y cambiar el sistema actual, pero es como poco falaz decir que no tienes libertad cuando no hay nada más democrático que la decisión mayoritaria de una sociedad. Tan falaz como decir que no tienes la libertad de no pagar impuestos, o de, como dice el titular de este blog, conducir por la izquierda y con tus propias normas de tráfico.

Y hablando a nivel personal, estoy harto de ver niños desgraciados por la ideología nacionalista de sus padres, empeñados en que sus hijos, nacidos en Cataluña, no sean catalanes, lo que en cuanto crecen los llevan a un grave conflicto de identidad. Un familiar mío se lo llevaron a parir a Zaragoza para que no fuera catalán, se le comió la cabeza con que no era catalán. Ahora, 20 y pico años más tarde, aquí no es catalán y en Zaragoza lo llaman "el catalán" por el acento que tiene. En cierto modo se siente un paria.

Es lo que les pasa a muchos hijos de inmigrantes andaluces en Cataluña, que no son catalanes por imposición familiar, pero cuando van de vacaciones al pueblo de sus padres ven que tampoco son andaluces. Conservan como propia la cultura de sus padres, con la música de sus padres (siguen escuchando la misma música que ellos escuchaban hace 30 años), en vez de seguir las corrientes propias de su lugar de nacimiento o su procedencia. Los unos (catalanes) y los otros (andaluces) se ríen de ellos, les llaman canis y yenis, y tienen un verdadero problema por no ser de ninguna parte, los pobres. Sus padres son andaluces, y lo tienen muy claro, pero ellos no tienen a qué aferrarse y son extraños en todas partes.

Darth dijo...

Ni fachitas ni fachiñas

La legislación vigente permite caminos, o artimañas según se mire, para escabullirse del decreto 124/2007, de normalización del gallego en la enseñanaza, y en el enlace que puse en mi anterior comentario se explica. Es rebuscado, pero existe. Además, el famoso decreto tiene varias lagunas (empieza hablando de centros en general, pero a continuación empieza a definir normas para los centros "dependientes" de la administración educativa gallega, sin concretar a qué llama "dependiente"), y permite una interpretación lo bastante laxa.

Si los preocupados defensores del castellano quisieran de verdad una solución a su problema, la ley les deja margen de maniobra suficiente para la enseñanza infantil y primaria, mientras al llegar a secundaria los alumnos tengan competencia suficiente; se prevén exenciones, se establece la enseñanza en la lengua mayoritaria del aula, se salvaguarda el derecho a expresarse en la lengua que uno quiera (la cláusula "con carácter general" que parece que en "Galicia Bilingüe" y la AGLI no habían entendido) y se permite la adopción de "las medidas oportunas", en sentido amplio, para que aquellos que no dominen el gallego puedan aprovechar las clases. Sin embargo, han preferido cerrarse a cualquier interpretación abierta ni negociación, han decidido un rechazo frontal intransigente y plantear el "todo o nada" e iniciar esta campaña histérica hablando de gulags e "ingeniería social".

Pero en fin, Ni fachitas ni fachiñas, lo siento mucho, muchacho. Por lo que planteas, para tí no valdría ni lo que establece la ley actual, ni lo que establecería "Galicia Bilingüe" (con la que no tienes nada que ver) en caso de que llegara a conseguirlo, ni nada que vean tus ojos, me temo. El Reino de la Libertad Absoluta estilo anarcocapitalista que pides no es de este Mundo. Eso sí, en el mundo abstracto que plantean sus proponentes funciona de puta madre, pero la realidad es imperfecta. Así que, visto que no llegaremos a ninguna parte, porque tenemos puntos de vista totalmente discordantes sobre lo que debe ser un sistema educativo (mercancía de consumo vs sistema de integración social), podrías plantear tus propuestas a los del otro bando, que seguro que les encantará. [demagogy] Podrán escoger incluso colegios creacionistas, madrasas islamistas o campamentos batasunis [/demagogy]. De todos modos, para no tener nada que ver con "Galicia Bilingüe" ni con nada que se le parezca, te has tomado su defensa muy en serio.

Y ya hablando en general, está claro que el motivo detrás de este follón es político, simplemente: como gallego castellanohablante, me niego a que esta gente hable en mi nombre. Me hace gracia que Gloria Lago diga que son un "movimiento plural" porque les apoya el Movimiento Comunista Español. El MCE es un grupo curioso: aparte de representarse sólo a sí mismos, combinan un comunismo bastante "folklórico" con un cerrado y exarcebado nacionalismo español, que ve cualquier asomo de pluralidad o particularidad entre distintas tierras de España como una terrible amenaza nazi. Y esto es lo que une y describe a los que están detrás de "Galicia Bilingüe", este "neocentralismo" que establece que, si eres gallego (o catalán o vasco) y no eres un españolazo de toros, gazpacho y gritas "¡¡¡vivaspañña!!!" cinco veces al día, entonces eres un etarra. Ni siquiera el PP gallego apoya este movimiento, y se ve empujado a ello por la dirección de Madrid. Esto no es un asunto de izquierdas o derechas.

El sectarismo que despliegan estos preocupados padres es increíble, de aquél que sólo un sectarismo político puede proporcionar: aparte del esfuerzo de fe que hacen para ver esa "persecución" lingüística que nadie más que ellos ve, podemos ver comentarios tan lamentables como los del artículo de HázteloMirar que enlacé antes.

Una orgullosa madre se manifiesta dispuesta a obligar a su hijo a perder un curso para evitarle estudiar en gallego (puntualizo: el 50% de las clases en gallego): "Al mayor le correspondería 2º de Primaria, pero como aún no se da este curso en el colegio [se refiere a ese colegio privado donde han logrado escabullirse del decreto], vamos a sacrificar un año y volverá a estudiar 1º de Primaria con tal de que lo haga en castellano". MUY triste. Como bien ha dicho el Anónimo anterior y ya señalé en mi artículo, deberíamos plantearnos hasta qué punto el supuesto derecho de los padres a dirigir la educación de sus hijos (digo "supuesto" porque sólo se reconoce en el campo religioso y moral) es compatible con el derecho a la educación de los niños.

Otra castellanohablante que se siente perseguida equipara el decreto de normalización del gallego... ¡con el fusilamiento de su abuelo!: "¿Qué malos son más malos, los de mi abuelo Brasilino [fusilado por los franquistas, por galleguista], que al menos respetaron a sus hijos, o mis malos, que contra lo primero que cargan es contra los míos? Mi memoria histórica me dice que tal para cual". Alguien que es capaz de poner al mismo nivel el asesinato de su abuelo con las clases de gallego de sus hijos tiene una seria avería en la cabeza.

Y este tufillo detrás del movimiento "bilingüe" hace sospechar que éstos quieren otras cosas más allá de que se enseñe menos o más gallego.

Darth dijo...

FE DE ERRATAS: en el comentario anterior hago referencia al Movimiento Comunista Español (MCE) como uno de los apoyos de "Galicia Bilingüe". Realmente se trata de Unificación Comunista de España (UCE). Una sencilla visita a su web basta para ver que hoy por hoy no son más que un apéndice de UPyD: "Apoyamos y llamamos a apoyar sin reservas a UPD y Ciudadanos por su resuelta defensa de la unidad de España desde posiciones de izquierda y por su propuesta de transformaciones políticas democráticas, requisito indispensable para poder abordar cualquier cambio real en el país". Vamos, que como decía para estos comunistas la unidad de España es lo fundamental, todo lo demás es accesorio, como dije antes. Toma pluralidad ideológica entre los amigos de Gloria Lago.

Anónimo dijo...

Plas, plas plas... noraboa, xa botaba de menos que algún galego castelánfalante retrucase tantas mentiras ditas no seu nome. Parabéns.

Alberte dijo...

Quisiera, además de felicitar al autor por recopilar tan bien diversos argumentos en contra del apartheid, comentarle un pequeño error que tiene en el texto. En las conclusiones pone que el gallego es minoritario. No lo es, o por lo menos todavía. Sigue a ser la lengua mayoritaria entre la población. Lo que es el gallego es una lengua minorizada.

Alberte dijo...

Por cierto, el mundo de ni Fachillas ni fachiñas mola un cacho, todos tendríamos trabajo, ya que practicamente se necesitaría un profesor por alumno, unos darían la teoría creacionista, otros la de la evolución, otros darían todo esto en chino, otros en árabe, otros darían física utilizando unidades anglosajonas, otros las métricas, otros que dios es un pulpo gigante... Como dice una vieja de ésas que todos conocemos en un vídeo de la manifa de Galicia Vil-lingüe: "Paletos, aldeanos, libertá, libertá.

dregueiro dijo...

Me saco el sombrero ante tu artículo.
Muchas gracias por tu análisis. Ojalá sirva para abrirle los ojos a mucha gente.

Linkado para no perderme ni una actualización!!

Saludo

paideleo dijo...

Gustoume o artigo.

 
Dejen a nuestros ancianos tranquilos
19A-lomojó