jueves, 17 de mayo de 2007

Estampitas Electorales II: El Último Casique

Continúo, ahora que ha empezado la campaña de las municipales, con otra de mis "estampitas electorales" para ilustrar la clase de (funestos) personajes, (malos) usos y (pésimas) costumbres de la política de a pié en estas mis tierras urensanas. Hoy voy a hablar de todo un personaje que, más que de la política, forma parte del folklore: un personaje que ha protagonizado tantas escenas de esperpento, que ha dado tanto espectáculo de vergüenza ajena y que ha vivido tantas desventuras en esto de las elecciones, sin la más mínima gota de sentido del ridículo, que ha acabado por hacerse entrañable y abrirse un huequecito en mi duro corazón de Sith. Estoy hablando de José Antonio Rodríguez Ferreiro, más conocido por estos lares como "el ex-alcalde de Os Blancos".


Rodríguez Ferreiro podría ser definido como "el último casique", de la misma manera que Makinavaja era "el último choriso". Es un cacique de los del siglo XIX, el modelo más perfecto y ajustado de esa clase de cacique: un tío carente de cualquier atisbo de ideología o proyecto político, que entiende la política como una cadena de favores personales entre el amo y los paisanos (a través de una pirámide de intermediarios de la que él forma parte) y que considera la democracia como un paripé que hay que hacer cada cuatro años, un mal necesario. Su historia, que voy a relatar a continuación, es tan apasionante y novelesca como la del Cid, la de Juana de Arco o la de Robin Hood: el más noble y leal caballero del Rey, que víctima de las envidias cae en desgracia, pero sigue en la brecha defendiendo su ideal y a su Señor. Este post va a resultar muy largo (más incluso de lo habitual), así que la voy a dividir en capítulos para facilitar su lectura.

Episodio I: una estatua para el Amo

La primera vez que oí hablar de él fue en una fecha indeterminada de mediados de los 90 (lamento no poder ofrecer enlaces de las noticias: la hemeroteca on-line de La Voz de Galicia sólo llega hasta el 2000, la del Faro de Vigo hasta 2001 y La Región ni la tiene: hasta el 2000, hablo de memoria). La noticia venía en La Región, nuestro periódico provincial, diciendo que el alcalde de Os Blancos iba a dedicarle una estatua en la Plaza Mayor del pueblo al presidente de la DiPPutación PProvincial de Ourense, Don José Luis Baltar Pumar. No es que Baltar hubiera fallecido recientemente, ni hubiera sido galardonado con un Nobel, ni nada de eso: el motivo de la estatua era "agradecerle todo lo que ha hecho por Os Blancos". El alcalde y padre de la idea, Rodríguez Ferreiro, afirmaba que Baltar había "dado mucho trabajo" en Os Blancos y que había que ser agradecido. Lo que Baltar había hecho por Os Blancos era sencillamente lo que había hecho siempre (y ha seguido haciendo), desde que es presidente de la DiPPutación (y del PP de la provincia): repartir subvenciones y adjudicar puestos de trabajo A DEDO, en una poderosa red de clientelismo / enchufismo / amiguismo / nepotismo / favoritismo que ya forma parte del paisaje de esta hermosa provincia.

Es vox populi en la provincia de Ourense que el baremo seguido por la DiPPutación, a la hora de adjudicar presupuestos, contratos o chollos para municipios, es el número de votos para el Partido Popular que aporte el solicitante: consígueme votos, y yo te consigo lo que pides. Ese es el motivo por el que se dice que los alcaldes del PP son más "eficaces" que los de otros partidos. Otra forma de abrirse todas las puertas es disponer de la VISA PP, también llamado "carnet de militante": en las convocatorias de empleo público dependientes de Baltar ya sólo les falta pedir, en las solicitudes, una fotocopia del carnet del PP junto con la del DNI. En las oposiciones, siempre resulta que los primeros de la lista son o miembros del PP, o hijos de miembros del PP, o sobrinos de miembros del PP, o cuñaos de miembros del PP, o así. "Es que la gente decente, honrada y como Dios manda (o sea, del PP) está mejor preparada y va a los mejores colegios", dijo una vez Fraga cuando le preguntaron por este asunto (tendría yo que enseñarle lo "bien preparados" que están los peperos de infantería medios, al menos los que conozco, que son unos cuantos). Pero no voy a liarme más con esto (que da para otro post) y voy a volver a la historia del Último Casique (afortunadamente la caída de Fraga y la entrada de los rojo-separatistas en la Xunta ha empezado a cambiar todo esto, y espero que el 27-M se mantenga la tendencia).

Episodio II: el más fiel y leal vasallo

Como decía, Baltar reparte sus favores y mercedes a quien se los gane, y desde luego Rodríguez Ferreiro se los ganó de la hostia: en las municipales del 95, cosechó para el PP más del 80% de los votos (los datos electorales se pueden ver en detalle en la web del Ministerio de Interior). Y no sólo eso: en esa época Os Blancos se convirtió en el municipio con más militantes del PP por kilómetro cuadrado de España: se llegó a cerca de 800 carnets del partido, para poco más de un millar de residentes.

Esto de los carnets merece una explicación a mayores: que en un pueblo haya muchos militantes no hace ganar las elecciones, pero sí hace ganar al PP local de ese pueblo más peso en la organización del partido, y por lo tanto es más poder para el que los maneje (es un problema que ha aparecido en algunos partidos en vísperas de congresos: los "censos inflados" de militantes). Rodríguez Ferreiro no sólo le daba a Baltar unos suculentos resultados electorales, sino que además, en la época en que empezaban las banderías internas del PP gallego ("boinas" vs "birretes"), le reclutó un pequeño ejército de militantes para apoyar, dentro del partido, "lo que diga Don José Luis". Y no debió costarle convencer a sus paisanos de que, si querían prosperar, se hicieran una "Visa PP": posiblemente esa era la condición para conseguir cualquier cosa del alcalde.

Y si encima de todo eso, te pone una estatua... lo de la estatua fue la coña del año, pero a pesar de la polémica, se hizo. Al final fue un busto de granito, que por una década ha presidido la plaza del centro del municipio. La oposición (PSOE y BNG) puso el grito en el cielo, como es lógico, hablando de adulación rastrera por el amo caciquil, de despilfarro, de vergüenza ajena... pero como el PP de Baltar se afeita para arriba, ahí quedó la cosa (bueno, justamente ahí, no: además, Rodríguez Ferreiro le puso el nombre de "José Luis Baltar" a la propia plaza, a la calle principal del pueblo y al nuevo edificio multiusos - como para dar que pensar). Un par de años después saltó a los medios el escándalo de las oPPosiciones de la DiPPutación (lo de la sospechosa correlación "aprobado-PP" de la que hablé antes) y, ante los ataques y acusaciones contra Baltar, Rodríguez Ferreiro saltó a la palestra para decir que todo eso era mentira, que Baltar es el más mejor y que si hacía falta, como desagravio, le hacía otra estatua. Esto último es textual. Este comentario, unido a lo de la primera estatua, la calle, la plaza y el edificio multifuncional, hizo pensar a muchos que alomojó ese tío no estaba muy bien de la azotea. Pero como era uno de los más fieles y leales de Baltar, siguió a su aire.

Episodio III: la caída en desgracia

Y siguió a su aire hasta que se empezó a desmadrar: su talibanismo baltarista, su estilo de gobierno, sus frecuentes exabruptos públicos y su imaginativa contabilidad municipal (denunciada por la propia secretaria del Concello) empezaron a traer problemas. Durante varios meses el alcalde de Os Blancos salía, día sí, día también, en la prensa provincial: destacaban sus incidentes con la arrinconada oposición: llegó a organizar una manifestación contra del único concejal opositor, socialista (que digo yo: con 8 concejales de 9, y la DiPPutación, la Xunta y el Gobierno central en manos del PP, ¿qué problemas podía darle un concejal del PSOE?). Especialmente llamativo fue cuando la secretaria municipal (con la que ya tenía follones por los cheques y gastos del ayuntamiento) le denunció por agresión: la explicación a la prensa de Rodríguez Ferreiro fue que, en el curso de una discusión, la secretaria le llamó "hijo de puta", y que él, lógicamente, le respondió con un puñetazo, "porque le había faltado a mi madre y una madre es sagrada" (esto también es textual - os váis haciendo una idea del personaje, ¿eh?).

El caso es que entre estas cosas y sobre todo sus irregularidades contables, acabó haciéndose realmente incómodo para el partido. Finalmente, como último acto de supremo sacrificio al servicio de su idolatrado Baltar, dimitió poco antes de las elecciones del 99, para no causarle problemas a su Señor. Recuerdo a Baltar en la tele local ese día, anunciando la noticia: "pues sí, tal vez eso es lo mejor que puedes hacer", le respondió a su fiel Rodríguez Ferreiro. Tras dejar la alcaldía, el nuevo alcalde levantó las alfombras, y encontró de todo: talones no justificados, gastos sin destino conocido, facturas por obras no realizadas... Rodríguez Ferreiro se defendió diciendo que todo era una represalia urdida por la secretaria (la que había insultado a su madre). Siguió el juicio y Rodríguez Ferreiro quedó inhabilitado y apartado del PP, aunque el caso no se resolvería hasta el 2006.

Episodio IV: el retorno del héroe

Pero las aventuras del último casique no acabaron así como así: volví a encontrármelo en las páginas de La Voz de Galicia durante la campaña de las municipales del 2003. Y lo más sorprendente fue que, aunque ya no era alcalde, seguía haciéndole obras a los vecinos por su cuenta, como una especie de Robin Hood municipal: acusando de inoperancia al nuevo alcalde, se montó una pequeña empresa de infraestructuras con la que se puso a hacer obras por las aldeas, en plan ONG, y sin contratos oficiales (que me pregunto yo: ¿todo eso quién lo pagaba? ¿De dónde sacaba la pasta?). Canalizaciones, asfaltados, lavaderos... ahí, trabajándose como nadie los votantes de cara a las elecciones del 2003, todo un artista.

Siendo militante del PP, y baltarista hasta los tuétanos (como siempre), participó activamente en la campaña de Os Blancos... a favor de Coalición Galega (un partido de centro-derecha galleguista que tuvo su época de gloria en los 80 y que ahora es casi residual, tras ser fagocitado por el PP). Este artículo en La Voz no tiene desperdicio: el militante baltarista del PP afirma ser además presidente local de CG, y proclama con desparpajo que controla las listas de CG, de los independientes de ADEI y de medio BNG: es decir, "votad por quien os dé la gana, que al final siempre ganaré yo". Esta alegría de mearse en la democracia llegó a avergonzar a Coalición Galega, que al día siguiente sacó una nota en el mismo periódico desvinculándose de Rodríguez Ferreiro. Con el apoyo del último casique, CG obtuvo un 27% del voto y 3 concejales (de 9), pero el PP "oficialista" mantuvo la mayoría absoluta.

Episodio V: la venganza de los malvados

Tras esto parecía que la leyenda de Rodríguez Ferreiro había acabado, y de hecho no volvió a dar guerra (o al menos no nos enteramos en la capital) durante tres años. Ni siquiera se le oyó cuando su amado Baltar amenazó con romper el PP gallego en 2004. Sólo en 2006 salió el juicio por malversación: fue hallado culpable de "distraer" 228.000 € de las arcas municipales. Él siempre defendió su inocencia y su defensa afirmó que su firma en los talones estaba falsificada: por eso han recurrido al Tribunal Supremo la condena (5 años y 3 meses de cárcel y 9 años de inhabilitación). A la espera del Supremo, Rodríguez Ferreiro continúa en libertad provisional, sin fianza e inhabilitado.

Después de tantos años siguiendo al personaje, he de decir que tengo cierta "corazonada" con él y creo que es inocente; y si no es inocente, estoy seguro que no actuó de mala fe: siendo un cacique 100% genuino, no hizo más que actuar según lo que él consideraba "normal" según su forma de ver la política: disponer de los recursos públicos como si fueran un cortijo y ejercer el poder sin control ni limitaciones, al servicio de su red de favores. Además, se ve a las claras que es demasiado ceporro como para montarse una trama de enriquecimiento como las que vemos en otros lugares. Él es asín.

Episodio VI: el Último Casique cabalga de nuevo

Pendientes de lo que decida el Supremo, parece que, ahora sí, la leyenda del Último Casique es cosa del pasado: hasta su obra más emblemática, el busto de Baltar, ha sido retirado. Pero no: Rodríguez Ferreiro cabalga de nuevo, y meses antes de estas elecciones municipales del 2007, su nombre ha vuelto a la prensa: el INE está investigando el censo electoral de Os Blancos, porque, en los últimos meses (antes de las elecciones), se han empadronado 85 personas ¡con domicilio en casa de Rodríguez Ferreiro y de un tío suyo! (eso sí que son "pisos patera" - joder, cómo está el problema de la vivienda en Os Blancos). El caso fue denunciado por el alcalde actual: le llamaron la atención un montón de solicitudes de empadronamiento rellenadas con la misma letra, e incluso un buen puñado con la misma firma (hasta me imagino que con las mismas faltas de ortografía, jo, jo, jo...).

Rodríguez Ferreiro sigue inhabilitado, pero en esta ocasión patrocina la candidatura de Terra Galega, un nuevo partido de centro-derecha galleguista, heredero de CG, y que metido en época de crecimiento ficha personajes sin muchos miramientos (porque para hacer un fichaje como éste, le han echado unos huevos... ellos verán lo que hacen). Parece que como su ONG de obras en los pueblos no le funcionó en el 2003, Rodríguez Ferreiro ha optado por técnicas de captación de voto menos nobles. Veremos lo que sucede, porque estoy seguro que aún oiremos hablar de él.

Epílogo

Aunque le obligaron a dejar la alcaldía, y a pesar de estar metido en proceso judicial e inhabilitado, José Antonio Rodríguez Ferreiro nunca dejó de batirse el cobre en política. En política a su manera, se entiende. Sin él, el PP, aunque siguió gobernando Os Blancos con mayoría absoluta, nunca recuperó las espectaculares cifras de voto y militancia de los tiempos de Rodríguez Ferreiro: a fin de cuentas, él se había tejido su propia red clientelar y al irse, se la llevó con él, y con esa cuadrilla sigue haciendo la guerra por su cuenta, cual Viriato o Curro Jiménez consistorial. Y he de reconocer que, aunque me repugnan sus prácticas y todo lo que representa, el personaje ha acabado cayéndome en gracia, pues se ha convertido en una especie de héroe romántico del caciquismo rural, un cruce de Cid Campeador y Bartolín: si bien pienso que otros de sus pares, como la alcaldesa de Porqueira, son unos sinvergüenzas que deberían estar entre rejas, creo que Rodríguez Ferreiro debería estar en un museo, o que habría que hacer una película o escribir una novela con su vida (como he tratado de hacer en este larguísimo post).

Siempre en la brecha y siempre leal a su ex-jefe, como el más heroico caballero del reino. Porque Rodríguez Ferreiro nunca fue realmente del PP: Rodríguez Ferreiro siempre ha sido, es y será de Baltar, y así lo proclama siempre que tiene ocasión. ¿Ideología? ninguna. ¿Proyecto político? ninguno. ¿Principios? ninguno; él sólo cree en la adhesión inquebrantable al jefe, en el clientelismo y en los favores personales. Eso convierte a José Antonio Rodríguez Ferreiro en "El Último Casique".

8 comentarios:

Small Blue Thing dijo...

Pero a ver, ¿le van a himbestigar la pasta trincada o no, que es lo importante?

Anónimo dijo...

Fantástico artículo, mi más sincera enhorabuena.
Este personaje, como bien dices, es digno de una película. Y la última (la de los empadronamientos en masa) es sólo otra más. Lo más triste es que a nosa provincia está llena de individuos como éste en sus hechos aunque no en sus formas y es esto último lo que provoca que no salten a los medios de comunicación. Aunque aquí los medios de comunicación ya sabemos como son y cuantos trabajan en sus redacciones (están como para investigar ellos) por no hablar de los medios subvencionados por la DiPPutación y sostenidos desde Caixanova.
Sobre lo que comentas de "consígueme votos y yo te consigo lo que me pides", un ejemplo: pueblo perteneciente a un municipio de 3 letras de la provincia conocido por su gran pan, unos paisanos le piden al cacique que le construya un pilón para el ganado en un rincón de la plaza del pueblo. Contestación del cacique: "Non, non pode ser que nas últimas eleccións o BNG sacou 6 votos e o PSOE 3".
Sin ánimo de parecerme a Trillo manda huevos

Darth dijo...

Sí, Misterkaplan, con estos medios de "información" que tenemos... cuando saltó el escándalo del "Cabezas' Palace" lo que más me flipó del asunto fue ¡que lo sacara La Región!. Cabezas culpó al PSOE y al BNG, cuando se veía a la legua que la mano detrás de todo aquello era la de su compañeiro Baltar. Es de coña: La Región, que no publica una puta palabra sin la aprobación del Gran Cacique y tienen un elenco de columnistas fachas que ya lo quisieran en Libelo Digital... o las tertulias de Telemiño o AuriaTV... el único que resiste por acá es O Carrabouxo, que lo mantienen por aquello de no parecer sectarios (JA-JA-JA), y tampoco me fío ya mucho...

Por cierto, le estuve echando una ojeada a la web de Democracia Ourensana (por lo que me comentaste el otro día) y ya veo por donde respiran. Mucha coñita y mucho videochiste con Baltar, pero quien más leña recibe es... la oposición. Parece que efectivamente están en plan "Ciutadans", pero, con un milagro, sacarían como mucho 1000 votos. Eso sí, hay que reconocerles que son unos artistas: acabo de escribir un post sobre su adaptación de "300", porque al margen de que me guste o no D.O., el vídeo está de puta madre, para mearse.

Saúdos, paisano.


Doña Pitufisha: lo de la pasta ya está juzgado (y recurrido), lo que pasa es que no se sabe cómo la va a devolver. No creo que podamos sacar mucho subastando la estatua de Baltar... alomojó se los fundió en esas obras que hizo por los pueblos con su ONG "Caciques Sin Fronteras".

Y digo yo, que si tiene 200.000 € escondidos por ahí, tiene fácil volver a la alcaldía: que compre los votos directamente, coño, que parece tonto (bueno no sólo lo parece...); con ofrecer 500 € por cada voto, puede conseguir 400 y dar un vuelco electoral en el pueblo. En fin, que en los pueblos de Ourense no tenemos "malayos" (o al menos no los han descubierto), pero sí hay choros de andar por casa. Pena que no salgan en el "Tomate".

Anónimo dijo...

Hola Darth, se cuenta por ahí que lo de La Región y Cabezas viene por un lío de consejeros, de consejeros de Caixanova para ser exactos. Como sabrás algunos de los miembros del Consejo de administración de Caixanova los nombra el Concello y a otros la Diputación, pues bien, Cabezas quería colocar a gente que no era del gusto de Baltar y esto molestó al gran cacique. Si a esto le unimos que La Región está endeudada hasta las cejas y esa deuda es con Caixanova pues ya va teniendo todo más lógica.

De todas maneras yo lo pongo en cuarentena porque quién sabe todo el trasfondo que habría???. Saludos!!!

Anónimo dijo...

Aunque aparezco como anónimo soy yo el del anterior comentario.
Saúdos!!!

juan jose dijo...

por que no pensar que lo quieren callar y que de joven fue manipulado y usado , como ya no les sirve lo tiran como un trapo. el sabe que tiene un amigo en venezuela. que sabe como son las cosas.

Anónimo dijo...

Ni todo lo que reluce es oro, ni todos los que vagan andan perdidos. Nada es verdad y nada es mentira, todo depende del color del cristal con el que se mira. Hay quien piensa que más vale pájaro en mano que ciento volando y aqui tenemos a uno en la jaula pero... ¿Lo merecía realmente o había muchos intereses detrás?.Ahora salen esos que dicen Diego dónde antes decían "digo" dejando para mañana lo que pueden hacer hoy.Habrá quien me diga que no hay mal que por bien no venga y yo digo que no debo morder la mano que un dia me dio de comer. Y como es de bien nacidos el ser agradecidos, hoy por ti y mañana por mi, desde esta página os invito a reflexionar sobre lo bueno y lo malo del personaje. Sobre el fondo de la persona, sobre el carisma, desvergonzado a veces pero todo un robín hood para su pueblo. ¿Acaso ha habido otro que viva igual los problemas de sus vecinos, que ame su tierra por encima de todas las cosas, que celebre las fiestas con tanta pasión, que reclame derechos fundamentales para todos y que sea capaz de movilizar a tantos en su nombre? Por otra parte, quizá le falten maneras, formas, saber estar, atenciones y muchas cosas más pero el fin casi siempre justifica los medios. Amigo mío, arrieros somos y en el camino nos encontraremos. Estoy seguro de que estarás entre nosotros más pronto que tarde y algunos te estaremos esperando aunque tú no nos veas, siempre hemos estado y seguiremos estando aquí.

Anónimo dijo...

boas veciños,,,,,o que esta ben e o novo cacique chantajista engaña bellos que todos aman e adoran e etcccc un tal andrade.por dios que vergonza de tio porfavor deja de amenazar ala gente de las farmacias eeee .. otra cosa,sr andrade deja de ir por las casas de los vecinos con tus caballeros del zodiaco de escolta . dais pena yo lla os e hechado. en breve novo informe moito mais perigroso

 
Dejen a nuestros ancianos tranquilos
19A-lomojó