sábado, 25 de abril de 2009

Refrito postelectoral a la gallega (III): comentarios blasfemos sobre el voto emigrante

Un magro consuelo para los socialistas (y “consuelo de tontos”, de algún modo) en la resaca del 1 de Marzo fue el hecho de que el voto de los emigrantes arrebatara un escaño del PP y se lo diera al PSOE. Núñez Feijoo pasaba así, una semana después, de una holgada ventaja de 3 escaños sobre PSOE+BNG a una mayoría absoluta ajustada.

El resultado en la práctica de ese cambio está entre insignificante y nulo (mayoría absoluta a fin de cuentas), pero debemos plantearnos algo: ¿y si la noche del 1 de Marzo el PP hubiera obtenido 38 escaños en lugar de 39? Nos encontraríamos con que una semana después de celebrar la victoria y el cambio de gobierno les hubiera caído un jarro de agua fría y hubieran vuelto a la oposición. El escándalo no tendría precedentes, al margen de quién ganara o quién perdiera: que los gallegos de Galicia hubieran elegido al PP con mayoría absoluta y que unas sacas de correo de allende los mares torcieran la voluntad de los electores de Galicia. Eso no puede ser aceptable.

(quién me iba a decir que iba a estar aquí defendiendo los intereses del PP – claro que hace 4 años esos intereses eran opuestos, y el PP pretendía salvar la mayoría absoluta perdida en Galicia con los votos de los emigrantes – esa gente es así)

No me peguen muy fuerte, señores políticos

Y es que con esto del voto de los emigrantes hay cosas que no entiendo: que unos tíos que llevan décadas en el extranjero puedan tener esa capacidad de decidir unas elecciones (recordemos que en Galicia el censo CERA es cerca de una octava parte del total), votando de una manera muy poco fiable (cuestionada desde hace años son haberle dado una solución)… y que encima todos los políticos los traigan en palmitas. Hay gente votando que no ha puesto nunca los pies en Galicia, pero que cuando hay elecciones reciben visitas de políticos (de TODOS los partidos), que les montan un fiestorro, les llevan unas empanadas y unos gaiteiros y les hacen una queimada, y votos baratos pa’la saca. Total, mira qué bien les tratan a cambio de rellenar unos papelitos y escoger una papeleta. Pocos pubs son tan generosos con las horas felices y las segundas copas gratis.

Lo del voto emigrante de Galicia es UNA PUTA VERGÜENZA, y da igual a quién beneficie, sea PP, PSOE o el Cristo que lo fundó (ese escaño 25 del PSOE me importa más bien poco). Un señor que se fue de Galicia hace 40 años volviendo sólo una semana de vacaciones cada 2 ó 3 años tiene más poder de decisión que uno que, después de estar en Galicia toda su vida, se fue el año pasado a Madrid, Barcelona o Canarias, y se plantea volver en un par de años. Da igual que haya nacido, vivido, estudiado, trabajado, tributado y sufrido a los gobernantes en Galicia toda su puta vida: los hijos del primero, nacidos en América o Suiza y que nunca han pisado Galicia, pueden tener más poder de decisión que él.

He leído que el censo de presuntos gallegos en Argentina ha seguido creciendo desde hace años. Será por las masas de gallegos que siguen emigrando para allá, no te jode… Con esto de ampliar la nacionalidad a nietos y biznietos estamos llenando el censo de tíos que de Galicia sólo saben que es “una zona de España” de la que vino su abuelo hace muchos años, y poco más.

Aquí hay una avería que ningún partido está dispuesto a arreglar, porque no les conviene y porque el que se atreva a plantear esto en público será azotado, arrastrado por las calles y crucificado para escarnio público. Mis opiniones heréticas sobre el voto emigrante me harían ganar la acusación de ser un enemigo de la democracia que quiere arrebatar sus derechos a los hijos de Galicia en el exterior. Pero me consta que mucha gente en mi entorno opina lo mismo, aunque nadie se atreve a plantearlo en los medios de comunicación, y mucho menos en el Parlamento (el político que lo haga se estará suicidando políticamente). La cuestión es tan impopular y se presta a tanta demagogia que posiblemente nunca se plantee, pero no sería extraño que un día no muy lejano suceda lo que planteé antes (si no ha sucedido ya): que el voto exterior dé la vuelta a la tortilla, bien en unas autonómicas o bien en algún municipio (algunos tienen más gente censada en el extranjero que en el propio municipio). Entonces habrá que aguantarse.

Me parece muy bien y estoy a favor de que se reconozcan derechos a los emigrantes y sus descendientes… pero no el de votar, al menos pasado cierto tiempo. ¿Acaso si me voy a Madrid y me quedo 10 años tengo derecho a elegir al presidente de la Xunta o al alcalde de Ourense? Mi idea es que el que lleve más de X años fuera de Galicia (5, 8, 10 si me apuran), pierda su derecho al voto, y ya está (y lo mismo si se van a Buenos Aires que a Madrid). No digo que pierdan la nacionalidad (ni sus hijos); y si les da por regresar que tengan todos los derechos automáticamente (aunque no sé si tal cosa tendría fácil encaje jurídico). Pero mientras no vivan aquí, no deberían poder decidir el gobierno que va a gobernar a los que SÍ viven.

Mientras nadie (nadie con capacidad para impulsar ese debate) tenga suficiente audacia para cambiar esto, seguiremos dependiendo de las sacas de correo para saber si a quién hemos elegido, y seguirán apareciendo señoras que nacieron en el siglo XIX y que no se pierden ninguna votación. De momento "se va a estudiar" (ya se sabe que lo mejor para que un tema no se resuelva nunca es nombrar una comisión que lo estudie) , mientras que la gran preocupación se queda en poner urnas en los consulados y montar guateques en Buenos Aires.

6 comentarios:

Ñbrevu dijo...

Pues no puedo más que estar de acuerdo contigo.

Para votar en un país debería ser condición sine qua non haber residido en él un cierto tiempo. No me parece bien que los hijos de emigrantes influyan en un país que sólo conocen en foto.

Aquí en Andalucía esos votos no suponen gran cosa, pero allí en Galicia sí tenéis un mamoneo importante con el tema.

Fet dijo...

Y lo que te rondaré, morena.

Small Blue Thing dijo...

Y los inmigrantes residentes en España durante décadas ya, sin poder votar ni en las municipales.

(¡coñe, Ñbrevu! ¡dichosos los pezones que te ven!)

ZüberSanta dijo...

Darth, como emigrante que conoce además bastante bien la situación de muchos más emigrantes te voy a tener que contestar.
En primer lugar, por la sencilla razón de que los emigrantes sólo tenemos el derecho a participar en las elecciones generales en nuestro país de origen, así que si lo que pretendes es que se nos retire el derecho al voto en las generales, sencillamente nos quitas el derecho a la participación política. En cuanto al lugar donde se recibe el voto, es el último de residencia en España, porque algún criterio hay que tener, y por ejemplo no son pocos los andaluces que probaron suerte un par de años, digamos, en Barcelona y después se fueron al extranjero a los que les toca votar en Barcelona y no en Andalucía.
En segundo lugar, en lo que yo conozco es absolutamente falso que los políticos españoles vengan a vernos y nos organicen fiestas y demás, por lo menos yo en mis casi quince años en Alemania no me he enterado de ninguna visita de nadie por aquí, a pesar de que, como te digo, conozco a muchísima gente emigrada y bastantes de sus organizaciones. Más bien al revés: mientras que otros consulados (los griegos, los turcos, y no digamos los italianos)se implican con gente y medios en cuestiones educativas, los españoles pasan de nosotros como de comer mierda, y esto desde hace más de veinte años.
Si además tenemos en cuenta que esta gente ha sido responsable de la entrado masiva de divisas en España durante mucho más tiempo del que ninguna instancia oficial se ha molestado en reconocer, y hasta el escaso agradecimiento de propias familias a una gente que ha sido muy maltratada y que se ha dejado la salud haciendo horas extras que nadie quería hacer para sacarlos adelante, durmiendo en barracones y puteados por todo el mundo, y que además muchos de ellos se implicaron a muerte en el movimiento sindical y en llamar la atención del mundo sobre lo que estaba pasando en España mientras muchos allí se sentaban tranquilamente a esperar la muerte del dictador, creo que lo menos que se puede hacer es reconocerles el derecho al voto. No me parece demasiado pedir, creo yo.
Si hay irregularidades, me parecería más adecuado controlarlas, que tampoco es tan difícil, pero lo que propones me parece muy injusto.

Darth dijo...

Bueno, Züber, te hago alguna matización: el caso de Galicia con el censo de gallegos en Buenos Aires es especialmente sangrante. Me dice que en Alemania nunca os han montado ninguna fiesta, y lo creo, porque cuando los políticos gallegos hablan de la emigración siempre hablan de Argentina y América en general. Toda la gente emigrada que conozco (al menos los que mantienen contacto y tienen expectativas de regreso) están en Francia, Alemania, alguno en Suiza... pero lo que hay en América (que es una emigración de una generación anterior, por así decirlo) es gente cuyas familia está allí y se va a quedar allí (y a menudo que siempre ha estado allí). Con esto del reconocimiento de nacionalidad se ha metido en el censo a un montón de hijos de emigrantes que nunca han pisado Galicia, pero que han formado una bolsa de votos potenciales demasiado grande: 300.000, frente a 2 millones y medio escasos de votos "metropolitanos". A los políticos les viene de coña, porque les ofrece en bandeja una masa suculenta de votos poco informados (repito, muchos descendientes que no conocen el país de origen) que podrían dar la vuelta a un marcador; si eso no ha sucedido aún es porque aún no han conseguido sufuciente participación. Y por eso hacen los guateques que hacen y los chanchullos que hacen.

Sobre en qué elecciones participar, mi opinión es que los españoles en el extranjero deberían elegir sus diputados propios en las generales, como han hecho los ecuatorianos hace unos días: con una circunscripción "exterior" se asegura que van a elegir a alguien centrado en los problemas de los emigrantes, y al mismo tiempo no se distorsionan los votos "locales" en tal o cual provincia, que es con lo que se juega aquí en Galicia (esa expresión de "censo de residentes ausentes" siempre me ha parecido una contradicción intrínseca de lo más simpática). En las autonómicas, al menos en Galicia, también deberían escoger uno o dos diputados del Parlamento, pero en circunscripción separada, por lo mismo. En cuanto a las locales, me vas a tener que perdonar pero creo que directamente no deberían participar, pues considero que el alcance y las decisiones de la política municipal no influyen en la vida de los emigrantes (se supone que el Estado y las Comunidades son los que deben velar por ellos). Lo que sería imprescindible es depurar el CERA ("reiniciarlo", si hace falta) a fondo y cambiar el sistema de votación por completo para dar garantías (hubo tiempos en que en Argentina un tío entregaba los votos en nombre de 6 ó 7 personas sin ningún control).

ZüberSanta dijo...

Es posible que en el caso de Argentina, México o Venezuela tengas razón, ahí al que le faltan datos es a mí. En lo de las locales sí que estamos de acuerdo, por aquí lo normal es que los residentes votemos en las locales alemanas, y en las autonómicas y generales en el país de origen. Para la gente que conozco lo deseable sería que nos dejaran también participar en las elecciones al parlamento regional, del que depende casi todo lo que afecta a la vida cotidiana en Alemania, y la mayoría (por lo menos de los más jóvenes) renunciaría gustosamente a participar en las autonómicas españolas a cambio, pero los alemanes no tienen la menor intención de permitirlo.
En cuanto al sistema de votación, es tan inseguro como cualquier variante del voto por correo, y vista la dispersión de la población inmigrante por esta zona veo muy difícil que se pueda implantar el voto en urna sin meterse en complicaciones de organización que no se van a poder solventar sin dejar a los núcleos más alejados prácticamente sin posibilidad de acudir a las urnas. Por lo que yo sé, el consulado da de baja automáticamente a los residentes que llevan un tiempo determinado sin ir a renovar el pasaporte, así que supongo que esa gente automáticamente deja de recibir también la carta con el impreso que hay que adjuntar al sobre con el voto. Quizá adjuntar una fotocopia del DNI o pasaporte en vigor sería un método de control más, pero tampoco supondría una diferencia cualitativa si los controles del CERA desde España no se hacen como es debido. Por lo demás, la gente por aquí está bastante bien informada y es mucho más difícil de manipular por parte de los medios españoles porque tiene más posibilidades de contrastar informaciones y en general hay una cierta distancia crítica en los momentos en los que el debate en España se encona más. Saben desde hace muchos años que si quieren solucionar sus problemas son ellos los que tienen que implicarse en resolverlos, a diferencia de lo que todavía es frecuente en España, que cada cual sigue esperando que llegue un Franco para arreglarle la vida y/o echarle la culpa de todos sus males.
Hablando del asunto, hay un documental cojonudo por ahí sobre la emigración española a Alemania que se llama "El tren de la memoria", si tenéis ocasión de verlo no os lo perdáis, que explica mucho mejor de lo que lo pueda hacer yo lo que supuso para los que se fueron y en buena medida para los que se quedaron.

 
Dejen a nuestros ancianos tranquilos
19A-lomojó