Pinochet, ese gran liberal
La muerte de Pinochet ha sido la gran noticia de la última semana. Ha sido una gran desgracia que se haya muerto... sin pagar por sus crímenes: uno de los personajes más abyectos y despreciables consiguió irse de rositas. Ya sabíamos que era un traidor, un asesino y todo eso; al verse ante el peligro de ser juzgado y condenado, en los últimos años ha revelado nuevas cualidades que le adornaban: las de mentiroso (sus numeritos de enfermedades y demencias fingidas) y cobarde (siempre fue muy valiente para torturar y asesinar a civiles maniatados, pero no tuvo cojones de enfrentarse a los tribunales y se dedicó a lloriquear "uy, qué viejito y qué malito estoy, apiádense de este pobre ancianito). Y recientemente hemos conocido su faceta de ladrón. Menuda joya, mi general. En fin, no hay mucho más que decir. Cuando llegue al infierno que salude a Franco de mis partes.
Pero lo que realmente me ha sorprendido ha sido la reacción de la KKaverna mediática (y política) en España. Que Pinochet ha muerto, pues bueno. Esperaba que sencillamente dieran la noticia, un par de datos biográficos y luego a mirar para otro lado y disimular. Porque debe ser incómodo compartir principios ideológicos con un tipo así: aunque se sea católico, de derechas y anticomunista, no debe ser plato de gusto compartir asiento en el arco político con un sujeto tan repugnante, por muy católico, de derechas y anticomunista que uno sea. A mí me repatea que tipos como Fidel Castro o incluso Hugo Chávez se presenten como referentes de la izquierda, y por muy de izquierdas que yo sea no se me ocurrirá salir a ensalzar a Castro cuando muera, al contrario, porque antes que izquierdista uno debe ser demócrata.
Sin embargo, la derechona esPPañola, tan excitada y exaltada como está, ha salido en tromba a alabar a la gran figura de ese estadista putamadre que fue Augusto Pinochet. A-CO-JO-NAN-TE. Al día siguiente, en la tertulia de la Cantamañana de la KKoPPe, Alberto ReKKarte, presidente de Libelo Digital, justificó el golpe de Pinochet, diciendo que el malo y el golpista era Allende, y que Pinochet actuó poco menos que en legítima defensa "para salvar la Constitución". Vamos, la tesis revisionista justificadora de Franco que ya conocemos. Además, alabaron la política económica liberal de Pinochet en esa tertulia. Aunque a Jomeini Losantos Pinochet no le parecía un liberal 100%, parece que para estos que ahora se hacen llamar "liberales" Pinocho fue un gobernante maravilloso por sus políticas económicas, y la malévola izquierda lo sataniza por eso (lo de los muertos y desaparecidos es un cuento soviético sin importancia). Hasta Don Manuel Fraga, que en ocasiones suele ser de los más sensatos y razonables del PP, justificó a Pinochet, cargando de paso contra Allende, diciendo que el general dejó a Chile mejor que lo encontró ("en el caos total") y que las matanzas simplemente fueron "algunos excesos", que quedaban justificados por las "mejoras" hechas por Pinochet.
Sin embargo, en esta ocasión debo romper una lanza en favor de Jomeini Losantos, pues considera éste que por muy chachiguays que fueran las políticas económicas de Pinochet, ninguna justifica las torturas, desapariciones y asesinatos cometidos: "la reforma de las Pensiones no precisa de la tortura y el asesinato". Prosigue explicando que Pinochet, al igual que Franco, sólo llamó a los economistas liberales cuando se vió con el agua al cuello tras aplicar su personal política de autarquía cuartelera. Estamos, creo que por primera vez, de acuerdo.
No obstante, esto no ha sido obstáculo para que los revisionistas históricos "liberales" de estos medios (Libelo Digital o la KKoPPe) hayan ensalzado a Pinochet como un salvador de la democracia y la libertad, frente a la amenaza de una supuesta revolución bolchevique. Vamos, lo mismo que dicen de Franco grandes "historiadores" (es un decir) como PPeo Mea o Ctrl+C(ésar) Ctrl+V(idal). Lo de Alberto ReKKarte es particularmente vomitivo:
Son increíbles estos revisionistas libeggal-fascistas: nadie les ha preguntado y han salido en tromba a ensalzar a su g€n€ral (a, no, que este mangaba en oro y dólare$). Con lo guapos que hubieran quedado haciéndose los despistados, desvinculándose de semejante alimaña (que lo hubieran tenido fácil, ¿no son "liberales"?)... pero no, aunque la mona se vista de seda (aunque el fascista se vista de libeggal...). Pero lo que más me toca los cojones es que pretendan JUSTIFICAR los crímenes REALES con muertos REALES de una dictadura REAL, basándose en crímenes HIPOTÉTICOS de una dictadura HIPOTÉTICA, al margen de que sus hipótesis fueran ciertas (que va a ser que no). Es repugnante, es vomitivo. Y vale para Chile y para la Guerra Civil Española.No hay duda de que, sin el golpe de Pinochet, los chilenos habrían tenido que soportar no una guerra civil, sino un genocidio, siguiendo las pautas del aplicado en la URSS y copiado, en plena guerra civil, bajo la presidencia de Azaña, por los distintos gobiernos revolucionarios de la República, en particular los de Largo Caballero y Negrín, como explica César Vidal en su libro “Checas de Madrid”.
Justificar el golpe militar no significa aprobar los asesinatos que se produjeron, tanto en Chile como en España, aunque en el caso de Chile las evidencias son que, en muchos casos, los crímenes fueron cometidos por militares y policías sádicos, dotados del poder absoluto que proporciona una dictadura, antes que por decisiones del propio gobierno."
Ya puestos, ¿por qué no aplican sus cuentos a Saddam Hussein, por ejemplo? ¿O es que este dictador no es "de los suyos"? ¿O mejor, "era de los suyos, pero desde 1990 dejó de serlo"? La dictadura y los genocidios y otros crímenes perpetrados por Saddam Hussein también se podrían justificar con esa argumentación: al fin y al cabo, podríamos decir que con su dictadura y sus crímenes Saddam "evitó" una guerra civil en Iraq, con matanzas brutales a diario... (vamos, lo que está pasando desde que le derrocaron). O mejor aún: voy a jiñarme por una vez en la ley de Godwin y adelantar algo que veremos publicado por ReKKarte en Libelo Digital, hacia 2008 (75 aniversario de la instauración del régimen nazi):
En definitiva: que la cabra tira al monte.No hay duda de que, sin el golpe de Hitler, los alemanes habrían tenido que soportar no una guerra civil, sino un genocidio, siguiendo las pautas del aplicado en la URSS y copiado, en plena guerra civil, bajo la presidencia de Azaña, por los distintos gobiernos revolucionarios de la República, en particular los de Largo Caballero y Negrín, como explica César Vidal en su libro “Checas de Madrid”.
Justificar el golpe nazi no significa aprobar los asesinatos que se produjeron, tanto en Alemania como en España, aunque en el caso de Alemania las evidencias son que, en muchos casos, los crímenes fueron cometidos por militares y policías sádicos, dotados del poder absoluto que proporciona una dictadura, antes que por decisiones del propio gobierno.
Otro día continuaré hablando de los que ahora se hacen llamar "liberales" y su desmedida afición a los dictadores de derechas como Pinochet o Franco.
1 comentario:
"sin pagar por sus crímenes: uno de los personajes más abyectos y despreciables consiguió irse de rositas."
¿Y qué problema hay? Después de todo lleva "más de tres años sin matar", como los de la ETA.
Todo sea por la passss. ¿O no? No, claro.
No estoy de acuerdo con que te calificques como progre, es mejor puto progre de los coj., valga la redundancia.
Venga, al prao.
Publicar un comentario