domingo, 18 de abril de 2010

Una pregunta... y sus respuestas

La pregunta: ¿Por qué no podemos dar un entierro digno y rehabilitar la memoria a las víctimas de Franco que aún hoy siguen tiradas en las cunetas como perros?

La respuesta en 1975: Por rojos y separatistas, pedazo de masón. Y a tí te vamos a curtir a hostias por preguntar. ¡Viva Franco! ¡Ribaspaña!

La respuesta en 1980: Porque estamos en un delicado proceso de transición a la democracia y eso podría provocar un golpe militar involucionista del cagalsen. Mejor más adelante, cuando se consolide la democracia.

La respuesta en 1985: Porque todavía no está la cosa lo bastante asentada, que hemos tenido intentos de golpe de estado hace nada y eso podría ser visto como una provocación, ahora que gobiernan los sociatas.

La respuesta en 1990: Porque no es conveniente recordar esos temas, que podrían avivar resentimientos, que con lo que ha costado “consolidar la democracia” no vamos a arriesgarnos a “reabrir heridas”.

La respuesta en 1995: Porque ahora no toca, que España está atravesando una crisis del copón y eso sería una cortina de humo para tapar los GAL y la corrupción, pedazo de felipista.

La respuesta en 2000: Porque eso no es más que una artimaña propagandística de progres trasnochados que ladran su rencor por las esquinas y quieren fomentar el odio, y además ¿a qué viene eso ahora? ¿No podrían haberlo hecho en el 80, o en el 85, que es cuando tocaba?

La respuesta en 2005: Porque eso es una operación sectaria de ZP para criminalizar a media España, reabrir heridas y sembrar odio, y también está lo de Paracuellos, que a ver qué pasa con Paracuellos, rojos sectarios, eso es lo que sois.

La respuesta en 2010: Porque eso ahora no es importante, que con la crisis que hay ahora deberíamos preocuparnos de otras cosas y dejarnos de desviar la atención reabriendo heridas, porque el momento para eso era en los 80 y no ahora, y además no se puede porque la Ley del Embudo dice que “La parte contratante…”

 
Dejen a nuestros ancianos tranquilos
19A-lomojó